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El nuevo vehículo a base de hidrógeno de Toyota circula 16 horas al día durante 107 días en una exigente prueba de más de 100.000 km por carreteras alemanas.

La pila de combustible mantuvo sus prestaciones en todo momento, incluso a -20°C.

Los conductores probadores han destacado la comodidad de conducción y la potente aceleración. El repostaje en 3 minutos fue la principal ventaja observada con respecto a los vehículos eléctricos.

El nuevo vehículo de pila de combustible de hidrógeno de Toyota ha completado con éxito su prueba de conducción europea de 100.000 kilómetros. La prueba comenzó el 21 de septiembre de 2015 y acabó el 10 de febrero de 2016. Todos los días, durante 107 días, Mirai estuvo circulando durante 16 horas. Durante los 100.000 kilómetros de recorrido, el vehículo repostó cerca de 400 veces con algo más de 1.000 kg de hidrógeno, se le cambiaron los neumáticos dos veces y las pastillas de freno delanteras una vez. No se produjo ninguna avería mecánica.

La empresa encargada de realizar la prueba de conducción ha sido KJ Tech Services GmbH, de Hamburgo. Toyota especificó la distancia total que debía recorrer el Mirai, así como la cantidad de tiempo invertida en los distintos tipos de vías: en la ciudad, en carreteras secundarias, en vías rápidas y en las autopistas alemanas (autobahns), sin límite de velocidad. Para cumplir con los requisitos, KJ Tech Services calculó minuciosamente una única ruta por Hamburgo y alrededores, y organizó un equipo de ocho conductores en dos turnos diarios, seis días a la semana.

“El Mirai ha dado un resultado excelente, sin ninguna avería mecánica”, explicó el Jefe de proyecto de KJ Tech Services, Patrick Hake. “La pila de combustible funcionó con una fiabilidad del 100%. También fue así durante una semana en que la temperatura exterior descendió hasta los 20 grados centígrados negativos, cuando tampoco se observó ningún problema con los arranques en frío”.

Toyota recabó asimismo las impresiones de los ocho conductores sobre su experiencia al volante del Mirai. Los conductores han comentado que el interior del Mirai es confortable y atractivo, y han destacado la sofisticada tapicería de cuero de los asientos y el volante. También les ha parecido un vehículo amplio; incluso el conductor más alto ha destacado que tenía espacio de sobra para las piernas. Mirai ha demostrado tener un buen comportamiento en las curvas, ha sido fácil de maniobrar y con una buena respuesta a la dirección. La aceleración ha sido suave, sin sacudidas, y los conductores han quedado impresionados por la potencia del vehículo, a disposición del momento que se necesitaba, como por ejemplo para adelantar o arrancar desde un semáforo en rojo.

Los propios conductores se han encargado de repostar los depósitos de Mirai de hidrógeno. Se les explicó a todos brevemente cómo hacerlo, pero dado que repostar un vehículo de hidrógeno y un vehículo convencional de gasolina o diésel es muy parecido, la formación necesaria fue mínima. Así, los conductores han señalado que el proceso de repostaje ha sido sencillo y seguro. Asimismo, han reconocido una gran ventaja de Mirai con respecto a otros vehículos eléctricos. Así, en lugar de tener que cargarlo durante toda la noche y sin poder utilizar el vehículo, Mirai se reposta en apenas tres minutos y al momento está listo para poder circular.