Audi pone a disposición de sus clientes la gama más amplia de versiones deportivas S, que se caracterizan por una imagen que combina deportividad y elegancia, una dinámica de marcha ágil que no renuncia al confort y unas altas prestaciones con un consumo contenido.

En el Rally de San Remo de 1985, Walter Röhrl y Christian Geistdörfer obtienen una victoria histórica con el Audi Sport quattro S1, uno de los coches de rallies más potentes. Ese mismo año, Michèle Mouton participó en la subida a Pikes Peak con una evolución del quattro S1, donde obtuvo la victoria y estableció un nuevo récord. En 1990, Audi lanzó el S2 Coupé de 162 kW (220 CV), cuyo motor era otra variante del cinco cilindros en línea turboalimentado del S1 de competición. En 1992 le siguió el S2 Avant y, un año más tarde, el S2 berlina, también con el cinco cilindros turbo pero con la potencia aumentada a 169 kW (230 CV).

Hasta 1995, se fabricaron 9.488 unidades del S2 en sus tres carrocerías.

Desde entonces, las versiones S siempre han tenido un espacio en la gama de modelos de Audi. Del cinco cilindros turboalimentado se pasó al V6 biturbo del S4 en 1997. En 2003, llegó el motor V8 de 4,2 litros y la caja de cambios tiptronic. Paralelamente a las 24 Horas de Le Mans de 2012, en las que logró la victoria con el R18 e-tron quattro (diésel híbrido), Audi presentó el SQ5 TDI, primer SUV de la familia S y también primer S de Audi con motor diésel.

La evolución técnica ha sido una constante en cada modelo S. Los motores han ido ganado en rendimiento hasta llegar a los actuales, algunos con tecnologías como la inyección dual, nuevos ciclos de combustión o sobrealimentación eléctrica. La tracción total, una característica común en los modelos S, se ha ido refinando y adaptando a las diferentes configuraciones y exigencias de cada modelo. En el chasis, se han impuesto soluciones como la suspensión adaptativa, la dirección dinámica o los frenos carbocerámicos –disponibles de forma opcional en muchos de los modelos de la gama–. Las ayudas a la conducción, como el control de estabilidad, están diseñadas específicamente para que el conductor obtenga toda la seguridad que pueden brindar estos dispositivos y, a la vez, revelar el carácter dinámico que se espera de un modelo S.

La oferta de carrocerías también ha crecido notablemente desde aquel primer Coupé: actualmente hay berlina de tres o cinco puertas, familiares, coupés, descapotables y SUV. El sistema Audi drive select ofrece posibilidades de configuración específicas para los modelo S, que el conductor puede personalizar según sus preferencias.

Un repaso a los modelos S deja constancia que Audi no se limita a proporcionar un suplemento de potencia y colocar algunos elementos distintivos en la carrocería. Cada modelo S es un proyecto en sí mismo en el que todos los elementos del automóvil, sinérgicamente, están concebidos y realizados para satisfacer las expectativas de los clientes que buscan un Audi más deportivo. […]