La prensa británica y algunos pilotos consagrados y ya retirados, ha comenzado a criticar abiertamente las declaraciones de Fernando Alonso en las que ha manifestado su descontento y su incomodidad dentro del equipo Mclaren.

Por otra parte, Ron Dennis ha declarado a la prensa inglesa que en ningún momento se van a establecer diferencias en el trato y las facilidades entre Hamilton y Alonso. Para afirmarlo, ha puesto como ejemplo la mítica rivalidad que mantuvieron en la década de los ochenta Ayrton Senna y Alain Prost.

Yo viví aquella pugna de cerca y, al menos, por lo que pude comprobar, es cierto que Ron Dennis en ningún momento se inclinó por ninguno de los dos y, si uno de ellos se quejó de las diferencias, fue el francés que, habituado a ser el mimado hasta la aparición de Senna, utilizó en muchas ocasiones a la prensa francesa de forma sibilina para inclinar las opiniones a su favor.

La cosa llegó a tal extremo que, en 1993, en la carrera de Donington que Senna dominó de forma magistral a pesar de disponer de un mermado Mclaren frente al intratable Williams Renault que conducía el francés, Senna, en la sala de prensa, cuando Prost se quejaba de los neumáticos y del tiempo de perros que hizo aquel día, el brasileño, con muy mala leche, le espetó, «cuando quieras cambiamos de coche».

Pero aquellas circunstancias, como tengo escrito con anterioridad en este blog, eran muy diferentes; Prost era francés y Senna brasileño y aquella rivalidad que le daba un plús de emoción a cada temporada, le venía al pelo a Ron Dennis.

Pero en este momento, cuando sólo falta horas para que arranque el Gran Premio de Indianápolis, lo mejor que Alonso podría hacer es mantener la boca cerrada y acelerar todo lo que pueda.

Si no lo hace, las espadas pueden volverse lanzas contra él y, a poco de se destaque Hamilton en la clasificación, el español lo va a tener muy negro.
Alonso no necesita quejarse ni crear tensiones; su categoría y su talento están más que demostrados y el campeonato se gana en el mes de octubre.

Me parece que fue Shakespeare en alguna de sus obras, el que dijo, «el hombre destruye todo lo que ama, unos lo hacen con la pluma y otros lo hacen con espada». Cuidado Fernando, en este caso, la pluma de la prensa inglesa puede hacerte mucho daño; tu éxitos han sido jaleados por ellos, los conozco muy bién, porque no les quedaba más remedio y a la menor ocasión, lo que prima por encima de todo, es la bandera de la Unión Jack y el Díos Salve a la Reina.

Paco Costas