Este congresista catalán, presidente de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, hace tiempo que aboga por una solución que, a no dudarlo, pondría orden en el desorden del tráfico.

La solución que ahora ha propuesto el Sr Jané de crear un organismo que aglutine a los ministerios de Justicia, Educación, Sanidad, Fomento e Industria, vendría de una vez para siempre a resolver la secular falta de entendimiento de los poderes públicos más directamente implicados en la seguridad del tráfico.

Si me fuera posible añadir a este comentario, los miles de reglones escritos, y las palabras vertidas en los medios de comunicación que durante muchos años he dedicado a pedir lo que ahora pide con muy buen criterio el Sr Jané, yo mismo me sorprendería de la energía inútilmente empleada en mi propósito.

Pero el partido del Gobierno que, en su programa electoral utilizó la promesa de arreglar el drama de las victimas del tráfico, ahora, cuando se le brinda la oportunidad de atacar el problema desde su verdadera raíz, su ministro, el Sr Rubalcaba, ha sino tajante. De lo propuesto nada.

En su lugar, a la hora de votar algo que le parecía bien a CIU y al partido Popular, el buen propósito se ha quedado en otra de las múltiples indefiniciones a las que nos tiene acostumbrados este Gobierno, y PSOE se ha despachado con este texto: …recomendar al Gobierno que “tenga en cuenta la importancia de las políticas de tráfico y seguridad vial así como su carácter transversal”.

Sr Rubalcaba, su gestión en persecución de los delitos de terrorismo, bien merece que le demos la más sincera enhorabuena, pero no podemos decir lo mismo en lo que afecta al tráfico. Cifras cantan y lo que está siendo eficaz en el resto de Europa, aquí se han convertido en un clamoroso fracaso. El sistema del carné por puntos hasta la fecha no ha dado sus frutos y lo único que percibe el usuario es la sensación de que el ministerio del Interior a través de la DGT, sólo pretende hacer caja.

Se han precipitado al ponerlo en marcha y, por otra parte, las personas encargadas de funcione con eficacia, no solamente no cuentan con la colaboración y coordinación de los ministerios implicados sino que, por propia confesión del Sr. Pere Navarro, se encuentran con la dificultad de manejar a un organismo que, o no dispone del personal necesario o, por su propia estructura tiene una forma lenta y anquilosada de girar al ritmo que demandan los tiempos.

Algo tiene que cambiar de forma de forma drástica, y traumática si es necesario. Los nombramientos políticos en un tema que nos está costando tanto dinero y tanta sangre, tiene que estar controlado por profesionales de los cinco ministerios implicados y por una cabeza especialmente ordenada y con mucha autoridad al frente.

Los muertos, lesionados y heridos graves de los accidentes de tráfico, no entienden de partidos ni de colores. Y, además, la parte más dura de asumir es que, los que los sufren, son personas que en ese momento están sanas y son irrecuperables para sus familias y para el conjunto de la sociedad.

Paco Costas