Lo dice Lucca de Montezemolo:

“Cuando se corre en un circuito donde estaría mejor hacer un circo ecuestre, puede suceder de todo porque el espectáculo lo ha dado el Safety Car.Y esto es humillante para la Fórmula 1”

Gazzetta dello Sport.

Absolutamente de acuerdo. El Safety Car se ha convertido en una complicada y desiquilibrada lotería. En Singapur favoreció de forma clara a Alonso, pero cuando, siendo líder, había logrado una importante ventaja adquirida a base de jugársela a pocos milímetros de los muros, la aparición del Safety Car, bien pudo costarle la carrera.

Me pregunto; ¿Cómo tiene que sentirse un piloto que, bajo el infierno del calor, lo deslizante de una pista bacheada y bajo la luz artificial, se va dejando piel y asumiendo riesgos, cuando es penalizado porque se ha cerrado el pit lane y ha repostado gasolina?.

La FIA, y los responsables de este deporte, desde tiempos inmemoriales se han dedicado a modificar las normas con el fin de hacer el espectáculo más atrayente para el público, pero la forma en la que han incluido el papel del dichoso Safety Car, me parece un gran error.

Los monoplazas de la Fórmual 1 y los pilotos, deben dedicarse a correr. Tirarle de las riendas a un caballo de carreras cuando galopa tratando de ser el primero en la meta, me parece una estupidez que no siempre el espectador comprende.

Paco Costas