Hace unos días, una televisión( creo que fue Antena3), emitió un interesante documento en el que, de forma muy profesional y en directo, mostraba la actuación de la Guardia Civil en uno de los controles de alcoholemia que, de forma aleatoria, practican cada día en mayor cantidad.

La DGT tiene, en mi opinión, muchas cosas censurables, pero sería injusto reconocerle otras que, con más o menos acierto va logrando y forman una parte muy decisiva en la disminución de los accidentes de tráfico. Y, los controles de alcoholemia, son, sin duda, una de las medidas más efectivas y eficaces.

Mientras presenciaba en la imagen, como varios conductores eran interceptados por la Guardia Civil, y como, con la mayor corrección, obligaban a varios de ellos a someterse a la prueba del alcohol, al mismo tiempo que me hacía cargo del disgusto que representa recibir una multa de 600 euros, más una importante retirada de puntos y la detención inmediata del vehículo, también pensaba en la falta de responsabilidad y, en muchos casos, en la ignorancia de los que son sancionados por esta causa.

Los conductores españoles (yo no me incluyo, porque jamás se me ocurriría beber cuando conduzco) tienen que aprender de una vez, por las buenas o por las malas, que aunque la cantidad ingerida de alcohol les parezca insignificante, sus efectos al volante, pueden causar su propia muerte y, lo que todavía más grave, la de personas que no han bebido y que también pueden perder la vida de forma cruel e injusta.

Sin entrar en explicaciones sobre las que cualquiera puede encontrar múltiples artículos escritos por mí sobre los efectos de alcohol al volante, sólo voy a poner un ejemplo. Cuando un conductor con tasa de alcohol por encima de la estipulada, se cruza, se aproxima, o trata de adelantar a otro vehículo, su capacidad de percepción es siempre inexacta, y aquellos que siguen insistiendo en que con unas copas conducen mejor, deberían darse una vueltecita por las urgencias de los hospitales.

Para aquellos otros que, a sabiendas del peligro que entraña la presencia del alcohol al volante, conducen con total desprecio hacia sus semejantes, la cárcel, las multas, los puntos, me parecen poco; el daño y el dolor que causan en muchas familias, está presente en los medios de comunicación y en los cementerios todos los días.

Paco Costas