Juan Carlos Toribio es, por profesión, motorista de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y, por devoción, motero.

Conozco a Juan Carlos hace años. He coincidido con él en múltiples reuniones y seminarios sobre la seguridad vial. En todas estas reuniones, Juan Carlos, sin miedo a las posibles represalias que podrían haberse vuelto en su contra, ha denunciado valientemente muchas de las trampas mortales que, en la mayoría de nuestras carreteras acechan a los automovilistas y a los motociclistas. Para hacerlo, no se ha limitado a expresar sus quejas de palabra y ha mostrado siempre a los asistentes documentos fotográficos obtenidos por él mismo durante las muchas horas que patrulla en las carreteras.

Viendo algunas de estas denuncias gráficas sobre estados del firme, señalización y protecciones para los motoristas, uno se pregunta, cuándo el Código Penal va a contemplar la inculpación de los responsables ante la Ley, por desidia, negligencia, abandono o, incluso por homicidio, si llegara el caso.

Vana pregunta la mía y la de Juan Carlos; todo lo contrario acaba de suceder. El Jefe de la Demarcación Teritorial de Aragón, zona en la que presta servicio Juan Carlos, interpuso una querella criminal contra él por considerar una “continua política de acoso y derribo al Ministerio de Fomento”, acusándole de haber interpuesto más de14 denuncias contra el Ministerio, sólo en la provincia de Huesca, además de “realizar una campaña difamatoria contra dicho ministerio y, en particular, contra su Ingeniero Jefe, al redactar artículos de crítica contra él mismo, tanto en prensa como en Internet”.

Juan Carlos Toribio es, además de motorista, el Jefe del Departamento de Seguridad Vial de la Asociación Mutua Motera ( AMM ).
Juzguen ustedes:
Paco Costas