El General Jefe de la Guardia Civil de Tráfico ordena al Director de Departamento de Seguridad Vial de la Asociacion Mutua Motera que abandone su cargo, al plantearse las dudas, el referido superior, si es incompatible con las actividades de seguridad vial que como Guardia Civil desempeña.

Quienes me conocen saben de mi admiración y de mi afecto por la Guardia Civil. Creo que son ellos los que, ante cualquier emergencia y bajo cualquier circunstancia, los están siempre presentes dando la cara con el espíritu de sacrificio que les caracteriza; pero la orden dada por el General Jefe de la Guardia Civil de Tráfico, produce sonrojo y vergüenza.

Juan Carlos Toribio, motorista de Tráfico y persona comprometida con la seguridad vial, lleva dedicados muchos años de su vida a denunciar los errores y los tremendos fallos que, por su trabajo, descubre en las carreteras, y en lugar de guardarse para él lo que ve, lo denuncia en público y en los foros a los que asisten muchos de los responsables más directos de la DGT y de la Guardia Civil de Tráfico.

He sido testigo de algunas de sus intervenciones en las que, con documentos gráficos irrebatibles obtenidos por el propio Juan Carlos Toribio, ha demostrado que muchos de los desaguisados y trampas mortales que la mala señalización y el pésimo estado de conservación de muchas de nuestras carreteras, producen muertos y heridos en los tristemente conocidos puntos negros.

En una ocasión, presencié como el actual director general de la DGT, en unas jornadas dedicadas a la seguridad vial, después de tener que escuchar denuncias sobre hechos evidentes, durante una intervención de Juan Carlos Toribio, felicitó de forma hipócrita a éste por su intervención en la que, el principal acusado, era la propia Administración de la que, Pere Navarro, forma parte muy importante desde la DGT.

Resulta irónico, si no fuese tan vergonzoso, que sea desde la propia DGT, a través de un general del cuerpo al que pertenece Juan Carlos Toribio, que además de guardia civil es el director del departamento de seguridad vial de la Asociación Mutua Motera, se haya dado una orden que me recuerda a las que antes, de 1977, eran propias de un periodo que mejor haríamos en desterrar de una vez.

¿Qué le pasa Sr Navarro, no le gustan las opiniones contrarias en plena época de autosatisfacción?

Paco Costas