Quizás no sea el momento para volver sobre la discutida exactitud de las informaciones que nos dan. Quizás tampoco sea oportuno insistir sobre los límites de velocidad o la voracidad recaudadora de un sistema de radares a todas luces situados en la mayoría de los casos donde menos falta hacen. Hoy, recordando las espeluznantes cifras con más de cien muertos y gran número de heridos graves que se producían no hace tantos años, como si de una maldición bíblica se tratase, como español y persona comprometida con la seguridad vial, sólo puedo alegrarme.

Hoy todavía son muchas las familias deshechas por el dolor, y siempre serán demasiadas por pequeñas que éstas puedan llegar a ser. Pero lo logrado de forma espectacular este año, merece el más sincero reconocimiento.

Se podría argumentar que el tráfico ha descendido; que son muchos los usuarios a los que la crisis y el precio de los combustibles, ha obligado a dejar el vehículo en casa; pero nunca mejor recordado el proverbio chino: “gato blanco, gato negro, lo importante es que cace ratones”. Y si para que no vuelvan a ser más de cien familias las que vuelvan a llorar a sus muertos, los métodos es lo que menos importa. Cifras cantan y de justicia es reconocerlo.

image

Queda mucha labor por hacer; muchas imposiciones arbitrarias que erradicar, pero resulta indudable que, el miedo a beber cuando se conduce y la aplicación de la Ley para los que causan daño en esas condiciones, junto con la utilización, casi generalizada, del cinturón de seguridad, están teniendo mucho que ver con lo conseguido a través de las campañas que, desde todos los medios de comunicación, han hecho tomar conciencia y responsabilidad a muchos conductores.

Lástima que las distracciones y ese reducido número de conductores reincidentes, no acabe por desaparecer por el método que sea.

Enhorabuena sin reservas: Rubalcaba-Pere Navarro- Pere Navarro- Rubalcaba.” A Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar”

Paco Costas