España es el país más visitado por los aucaravanistas franceses con un 55% del total, seguida de Italia con el 42% y Portugal con 23%.
A pesar de esa abrumadora cantidad, la estulticia de muchos de los munícipes españoles siguen empeñados en crear problemas de aparcamiento ni dar facilidades a un sector de ocio emergente en toda Europa y en la propia España.
¿Cuándo vamos a poder disfrutar de las mismas normas que rigen en otros países en los que hace años se dieron cuenta que esta actividad de sano ocio y que, entre otras cosas, es creadora de riqueza y de expansión del turismo?
¿Cuándo nuestros poderes públicos van a establecer unas normas claras para a evitar la descarada defensa de los camping españoles por parte de agentes que no atienden a razones a la hora de obligarnos a abandonar el lugar elegido para pernoctar sin causar daño a nadie?
¿Cuándo los bancos van a conceder créditos para facilitar la compra de uno de estos vehículos?
¿Cuándo? ¿Cuándo? ¿Cuándo?……
Una autocaravana o una caravana, no son yates de lujo ni los que viajamos por éste medio potentados, la mayoría somos gente jubilada que ha invertido en muchos casos los ahorros de toda una vida de trabajo y, sin embrago, la Hacienda Pública nos grava en la compra como a ricos propietarios de embarcaciones de lujo.
Paco Costas
