Todo tiene sus límites; incluido el propio Universo. Según quienes entienden del tema, dentro de muchos millones de años el Sol se apagará y, con él, la vida en nuestro planeta.

Pero sin necesidad de llegar a medidas siderales, lo conductores de toda clase de vehículos y los propios vehículos tienen sus límites, además de los que marcan las normas para circular dentro de un orden. Saber donde comienzan esos límites es siempre muy saludable.

¿Sabemos utilizar de forma eficaz la enorme ventaja que proporciona el sistema de frenado ABS?

¿Tenemos idea de la seguridad que supone disponer del control de la estabilidad en curva y del enorme avance que han supuesto los sistemas ESP, así como de otros sistemas electrónicos que, cada día más, hacen la conducción más segura?

En mi actividad profesional descubro con demasiada frecuencia que, un alto porcentaje de alumnos, desconocen la forma de utilizarlos y, sobre todo, donde comienzan a funcionar y DONDE ESTÁN SUS LÍMITES.

Quizás tendría que empezar por decir que, antes de dominar los nuevos sistemas, cada conductor con un poco de sensibilidad conoce sus propios límites y nunca debe arriesgarse más allá de lo que éstos le permiten dentro de su experiencia y del conocimiento del vehículo que conduce.

¿Cuántos conductores en un exceso de confianza han arriesgado y esperado más de lo prudente para actuar sobre el freno en emergencia sin tener ni idea de cómo deben actuar disponiendo del sistema ABS y el error ha acabado en un accidente?.

¿En cuántas ocasiones hemos abordado una curva pasados de velocidad y nos damos cuenta tarde cuando ya hemos perdido el control de la situación, damos un volantazo, o pisamos con violencia el freno dominados por el pánico?

Para aquellos que en ningún momento han tenido la oportunidad de probar los nuevos sistemas, existen pocos lugares en donde poder hacerlo con seguridad, excepto en las escuelas de conducción avanzada que existen. Conozco a muchos conductores de esos modernos autobuses de pasajeros, dotados de los más sofisticados sistemas de seguridad, que jamás ha tenido la oportunidad de poner en práctica esos sistemas a no ser que, en alguna ocasión, hayan recibido la necesaria instrucción en los lugares adecuados para hacerlo (no puedo imaginar a un conductor de un autobús, con o sin viajeros a bordo, probando una frenada en el límite o buscando la eficacia del ESP en una curva o en una rotonda (esto último lo hacen algunos conductores de turismos, y para saber el resultado sólo hace falta ver los cristales esparcidos por el suelo).

Pero este comentario quedaría incompleto si no añadiese algo más de suma importancia.

Como he mencionado al principio, todo tiene sus límites y los modernos sistemas no podían ser menos. Hablando de automóviles, los límites los marca siempre la adherencia disponible en cada circunstancia. Si con ABS necesitamos un número determinado de metros según sean las condiciones de la vía, de los neumáticos y la velocidad a la que estamos circulad, sin ABS esta distancia será mucho mayor y los límites mucho menores.

Si para pasar por una curva, el ESP nos perdona a 80 km/h, si superamos esa velocidad, por poca que sea la diferencia, nos salimos de la vía.

Más allá de la técnica y de la voluntad de los hombres, existen las leyes eternas del Universo y sus límites, sobrepasar esos límites puede ser muy peligroso: peso, inercias, gravedad, fuerzas cetrífugas y centrípetas,…. son leyes tan viejas como el mundo, y la física es la que marca esos límites.

Paco Costas

Échale una mirada al video que está a continuación: