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A pesar de la falta de resultados del piloto español en la pasada temporada, los equipos le han votado como al mejor piloto actual de la F1.

En un artículo publicado en esta web, yo criticaba a Fernando por no haber dejado al equipo Ferrari hace ya un par de años, y comparaba su actitud con la que el inolvidable Ayrton Sena tuvo desde el principio de su andadura en el mundial dejando en la cuneta a quien fue necesario hasta disponer del monoplaza ganador.

Alonso, bajo esa capa fría que algunos le critican, se ha sentido en su casa en Ferrari, y su huella humana y su relación con los miembros del equipo italiano, quizás figure en su historia para siempre.

He escuchado en más de una ocasión, y a más de un piloto, que para ser campeón del mundo en ese ambiente de lobos, no basta con ser bueno, tienes que ser un hijo de puta, y cuando el brasileño tuvo que serlo, no lo dudó ni un instante, y si no, que se lo pregunten a Ron Dennis cuando quiso retenerlo a toda costa en Mclaren a finales de la temporada del 2003.

Ahora, cuando con su favoritismo por Luis Hamilton perdió el mundial y además tuvo que pagar una multa millonaria por tramposo, Dennis sabe que sólo con Alonso y un monoplaza ganador puede volver a recuperar la gloria perdida.

Alonso siempre ha manifestado su admiración por Ayrton Senna y pocas personas saben tanto de su gran talento como Ron Dennis, pero si tuviésemos que comparar al brasileño con el español, la suma de virtudes de Alonso estoy seguro que sería más o menos esta.

Senna llegaba casi a la paranoia en su afán por estar siempre en la cabeza del pelotón. Su actitud en muchas ocasiones le ganó no pocas enemistades. Famosas son sus disputas personales en los circuitos con Mansell, Piquet, y no digamos con el tetracampeón Alain Prost. Por pelearse a punto estuvo de perder su licencia castigado por la FIA y el ínclito Balestre.

Si dejar en ningún momento de reconocer el talento ni disminuir un ápice la pasión que de forma personal siento por el inolvidable Senna, en un análisis frío, creo que Alonso, como piloto, es más completo: no pierde la calma en ningún momento; realiza cada carrera de principio a fin con una regularidad pasmosa; jamás ha tenido el menor roce con ninguno de sus compañeros, incluso, cuando la falta de experiencia de algún principiante le ha dejado en la cuneta en la primera vuelta… La experiencia adquirida en más de una década hacen de él un piloto seguro sin que, a la hora de la verdad, dude en adelantar- al igual que Senna- arriesgando de forma magistral.

En una palabra, pase lo que pase en el futuro, tenga o no tenga el coche ganador, Fernando Alonso ya está en la historia de este deporte con letras de oro.

Paco Costas