Supongo que, si a Fernando Alonso le vuelven a hablar de Honda, saldrá corriendo.

El fracaso de los motores de la marca japonesa en una de las carreras más importantes del automóvil mundial, ha sido escandaloso. Tolos los motores de Honda que monta el equipo Mario Andretti, han acabado por fundirse.

Por la forma en la que se plantaban las últimas veinte vueltas, cuando normalmente se decide quién va a ser al vencedor, Alonso adelantaba al sexto con claras opciones a una extraordinaria clasificación, quién sabe si la victoria, cuando ha cedido el motor.

La explosión de su motor en ese momento, y las numerosas veces que han aparecido durante la prueba las banderas amarillas le han perjudicado cuando iba en cabeza.

Pero Su prestigio como extraordinario piloto permanece en la mente de todos los aficionados que hemos visto como luchaba desde la primera vuelta sin cometer un solo error.

Con un coche desconocido, un trazado muevo para él y unos pocos días para adaptarse, lo que ha hecho el asturiano no está al alcance de cualquiera. La próxima vez será, espero que con motores más fiables.