¿Hasta dónde puede llegar la hipocresía de la camarilla que dirige José Miguel Báez  presidente de la CNAE (Agrupación Nacional de Autoescuelas) contra viento y marea desde 1989?

Cuando el momio de la recuperación del carné por puntos empieza a languidecer sin que nadie haya sido capaz de arrebatarles el monopolio, ahora asoma en el horizonte otra maniobra para seguir engordando las arcas y los bolsillos de los que, por voluntad de su presidente y él en primer lugar, han venido impartiendo los cursos.

Al parecer, entre bambalinas, aparece el nombre del avispado exdirector general de la DGT, Pere Navarro. El propósito: privatizar examinadores y exámenes para la obtención de los permisos de conducción, nada menos.

Seguramente acabarán consiguiéndolo con el dedo y la vista gorda del actual director de la DGT que probablemente ignora por donde vienen los tiros.

A todo esto, la huelga continúa y millares de autoescuelas y aspirantes que necesitan ser examinados, no podrán hacerlo posiblemente en varias semanas.

En esta ocasión, los examinadores, que han visto reducida su plantilla y a los que no se han abonado los suplementos prometidos, hartos de ser insultados y zarandeados por algunos examinados, mantienen la huelga y no les falta razón.

El asunto huele mal, muy mal, y los poderes públicos deben intervenir ya que la DGT, responsable del tráfico, se ha mostrado incapaz de deshacer el entuerto o no ha querido, ¡quién sabe!