Mazda CX-5 2.2 CRTD AWD

Hace ya prácticamente un año probamos el nuevo Mazda CX-5 con motorización gasolina. El 2.0 Skyactiv desarrolla una potencia de 160cv. Suficientes para mover con soltura el peso del Mazda CX-5. En esta ocasión hemos probado su versión diésel. Con el 2.2 CRTD de 150cv. Por encima de este podemos optar por la potencia de 175cv. Siendo el tope de gama. La unidad probada disponía del motor de 150cv. Si comparamos el Mazda CX-5 con motor gasolina y el 2.2 CRTD de 150cv. Este último es mucho más prestacional a pesar de disponer de 10cv menos. El motor gasolina, es bueno, permite un ajustado consumo de carburante. Pero a la hora de ganar con velocidad con rapidez, la mecánica diésel de 150cv es muy superior gracias al alto PAR y la ayuda de la turbo alimentación. En la versión gasolina nos vemos obligados a exprimir al máximo las marchas para llegar a los 160cv. Lo primero que notamos al conducir el CX-5 es el buen empuje que tiene desde muy bajas vueltas. Se mueve con mucha solvencia en este aspecto. Pudiendo abusar de las marchas largas en trayectos cotidianos de ciudad. La unidad probada venia equipada con cambio automático. Facilitando su conducción por ciudad y otorgándole mayor comodidad. Dicho cambio automático no es ningún prodigio a nivel prestacional. Cambia con rapidez, pero lastra mucho las buenas prestaciones del motor. Nuestra unidad venia dotada de una gran cantidad de extras, entre ellos se encontraba el navegador. Situado en la parte alta del salpicadero y con una excelente pantalla. La mayor parte de la botonería se encuentra en la parte central del salpicadero. Su manejo es fácil e intuitivo. Nos permite ver el botón que buscamos de un simple vistazo. Los asientos forrados en piel cuentan con regulación eléctrica y calefactados. Sujetan muy bien el cuerpo.

Visibilidad
Casi siempre que un vehículo exteriormente es muy agresivo en su diseño, este se ve reflejado en el interior, dificultando en la visibilidad. En el caso del Mazda CX-5 no sucede así. Podemos decir que se ve perfectamente. No hay obstáculos directos. Los reposacabezas traseros en su posición más baja no molestan en absoluto. Los pilares A aun siendo de un buen grosor no interrumpen la visión. Nuestra unidad contaba con faros de xenón tanto para luces de cruce como para luces de carretera. La potencia de dichos faros es muy buena, el haz de luz es ancho y potente. Permitiéndonos ver más y mejor. Como extra nuestra unidad llevaba una cámara de vídeo trasera que facilita mucho a la hora de aparcar.

Impresiones de Conducción
En cuanto a prestaciones el Mazda CX-5 con motor diésel es rápido. Y cuenta con unos buenos consumos, pero si hacemos mucho uso del vehículo en ciudad o pistas forestales el consumo como es natural se resentirá. En la práctica el CX-5 con motor diésel se mueve muy bien, responde bien en recuperaciones y sobre todo tiene unos consumos muy bajos dada su naturaleza. Es agradable de usar. Realiza el 0 a 100 km/h en 10,2 segundos. Su velocidad máxima según ficha técnica es de 194 km/h.

Frenada
El equipo de frenos montado en el Mazda CX-5 se compone de discos en ambos ejes. Delante discos ventilados de 297mm de diámetro. Detrás discos ventilados de 303mm de diámetro. Dicho sistema tiene que soportar un peso en vacío de más de 1.600 kg. En la práctica los frenos funcionan a las mil maravillas, disponemos de un buen mordiente desde nada más pisar el pedal. Muy dosificable. El ABS es de última generación.

Tracción
El Mazda CX-5 monta tracción total con reparto inteligente de par. Haciendo uso de su tracción total en suelos deslizantes o de baja adherencia, podemos observar como el sistema que gobierna la tracción total se encarga de suministrar el par necesario al eje que corresponde, consiguiendo que el vehículo no pierda tracción en ningún momento. El ESP de serie en el acabado Luxury. En terrenos muy deslizantes conviene desconectarlo, si no dará más problemas que ventajas.

Estabilidad
A pesar de su peso en vacío y de lo buen todo camino que es, su estabilidad es francamente buena. Y eso que la suspensión es más bien tirando a blanda. Y permite un cierto balanceo de la carrocería. Que para nada es molesto. Podemos realizar una conducción rápida sin tener problemas de estabilidad. Si bien es cierto que los kilos se dejan notar en las curvas, pero con saber lo que llevamos entre manos y el límite no hay problemas. El ESP de serie en el acabado Luxury es muy permisivo dejando incluso un poco de deslizamiento antes de entrar en acción.

Reposacabezas
El Mazda CX-5 homologa cinco plazas útiles, todas ellas disponen de reposacabezas. Que son regulables en altura e inclinación.

Cinturones
Como en el anterior caso el Mazda CX-5 homologa cinco plazas útiles. Todas disponen de cinturón de tipo estándar de tres puntos de anclaje. Los delanteros incorporan pretensores pirotécnicos y avisador acústico de cinturón no abrochado al emprender la marcha.

Bebes y Niños
Prácticamente todo los SUV de hoy día gozan de un buen espacio interior y de un maletero mas que digno. Lo que los hace idóneos para un uso familiar. El Mazda CX-5 dispone de un maletero amplio con 463 litros disponibles sin abatir los asientos. Con asientos abatidos la capacidad es de 1620 litros. El acceso a las plazas traseras es muy bueno. Podemos introducir una sillita de bebe sin problemas y anclarla en los anclajes ISOFIX de los que el Mazda dispone.

Airbags
Dispone de Airbag de conductor, acompañante (desconectable), laterales, de cortina y etc…

Euroncap
En el test de seguridad euroNCAP el Mazda CX-5 obtiene cinco estrellas para pasajeros, cinco para bebes y cuatro para peatones.

Recuperaciones
El motor 2.2 CRTD gasolina no solo se utiliza en el CX-5, se utiliza en varios modelos de la gama, va desde los 150cv en versiones 4WD hasta los 175cv. No es un vehículo especialmente rápido en recuperaciones pero si es capaz de ganar velocidad con cierta rapidez. Realiza el 0 a 100km/h en 10,2 segundos. No es una cifra escandalosa pero hemos de tener en cuenta de que hablamos de un todocamino cercano a los 1.650kg. Y con sus 150cv se mueve más que bien.

Caja de Cambios
El Mazda CX-5 tanto en su variante diésel como en la gasolina podemos disponer de cambio manual de 6 relaciones o cambio automático por convertidor de PAR de 6 velocidades. Nuestra unidad disponía de este último. El cambio automático por convertidor de PAR es suave en los cambios, cambia rápido y ayuda a la hora de sacarle jugo al motor. Dispone también de uso secuencial en la propia palanca. Pudiendo subir y bajar marcha a nuestro antojo.

Circulando por Carretera
En este tipo de vía el comportamiento del Mazda CX-5 es francamente bueno. La suspensión aun siendo más apta para zonas bacheadas y con un buen recorrido, es capaz de sujetar correctamente el vehículo, impidiendo que la carrocería oscile demasiado. En apoyos fuertes es donde más se nota que la estabilidad del CX-5 es francamente buena. En una conducción más decidida el peso se deja notar, los frenos no se fatigan pero si pueden perder cualidades si los maltratamos mucho. El motor empuja muy bien desde bajas vueltas. Sin duda el Mazda CX-5 tiene un excelente compromiso entre confort y buenas prestaciones. En caminos de tierra el Mazda CX-5 tiene poco que envidiarle a otros todo caminos de la competencia, su comportamiento es muy bueno, pudiendo transitar por zona de cierta complicación. La suspensión se lo traga todo. Los ángulos de ataque en off road nos dan mucho juego. Ángulo de entrada (grados) 18,6, Ángulo de salida (grados) 24,4, Ángulo ventral (grados) 18,6, Altura libre (mm) 210.

Circulando por Autopista
En autopista/autovía gracias a su motor diésel y una sexta marcha podemos rodar tranquilamente a los 120km/h marcados por la vía sin apenas oír el motor. La sexta marcha es larga y nos permite rodar a bajas vueltas. El aislamiento acústico del CX-5 está muy logrado no se aprecia casi nada el motor dentro. Las vibraciones tampoco se dejan notar. En ocasiones y dependiendo del estado del asfalto podemos oír el sonido de rodadura de los neumáticos. Otro de los puntos fuertes del CX-5 son sus consumos, el homologado para este tipo de vía es de 5,5 litros a los 100km recorridos. Nuestro consumo no fue tan bueno como el homologado por la marca, estuvo más cercano a los 7,2 litros.

Circulando por Ciudad
En ciudad podemos olvidarnos de dejarnos la espalda y los riñones en cada resalto, badén o nuevo artilugio para no reducir la velocidad pero si fastidiar el coche del prójimo. En esto el Mazda es una maravilla, filtra de manera casi increíble todo tipo de problema en el asfalto, desde rotos, agujeros a reductores de velocidad. Naturalmente nos referimos a velocidades legales. A mayor velocidad no nos hacemos responsables de lo que le pueda pasar al vehículo. El Mazda CX-5 aun midiendo unos generosos 4,5m es fácil de aparcar en ciudad. Y más aun si contamos con sistemas de ayuda al aparcamiento, como es la cámara trasera o los sensores de proximidad. El consumo del CX-5 2.0 en ciudad es de 6,4 litros. Nuestro consumo en ocasiones de mucho tráfico llego a superar los 8 litros a los 100km.

Calidad de Acabados
Los acabados del Mazda CX-5 en su acabado Luxury son más que correctos, el tacto y apariencia de los plásticos es muy bueno. No abundan los plásticos duros que en poco tiempo pueden crujir.

Calidad de Materiales
Los materiales empleados en el Mazda CX-5 son de buena calidad, desde la piel de los asientos al plástico más escondido. Todo muy cuidado.

Conclusiones
En conclusión, habiendo pasado por nuestras manos el CX-5 gasolina y el CX-5 diésel. Hemos podido comprobar como el motor gasolina se muestra prestacional y con un consumo muy ajustado. Pero, si realizamos una alta cantidad de kilómetros, sin duda la mejor opción es la mecánica diésel. Mayor empuje, y un consumo aún más bajo. Y puede que mayor agrado de uso por pistas forestales. Eso ya entra en gustos. EL CX-5 a pesar de ser un SUV tiene un buen funcionamiento en pistas de tierra con cierta complejidad. Y si le sumamos unos buenos neumáticos aún mejor.

A favor: consumos, espacio interior, aptitudes offroad
A mejorar: prestaciones justas si el vehículo va cargado, plano de carga de maletero alto.

Redactor y probador: Daniel Galdeano Martínez
Fotos: Daniel Galdeano Martínez