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La semana pasada probamos un SUV prestacional como fue el Audi RS Q3, con 367cv bajo su capó provenientes del conocido y distinguido 2.5 TFSi de 5 cilindros.

Esta semana es el turno de un compacto prestacional que está dando mucho que hablar, se trata de la tercera edición de la versión más radical, RS, del Ford Focus.

Si hacemos memoria, en el 2002, el primer Focus RS venia animado de un motor de 2 litros de cilindrada y 4 cilindros en línea que, gracias a la turbo alimentación erogaba una potencia máxima de 215cv.

En el 2009, la segunda versión del Ford Focus también tuvo su versión RS. Una versión mucho más radical que la del primer Focus RS. Contaba con el 2.5 Turbo de origen Volvo. Un motor de cinco cilindros en línea que también montaban las versiones ST, con una potencia de 225cv.

En el caso del RS, la potencia extraída del 2.5 Turbo fue de 305cv en su versión normal y para la versión RS500 fue de 350cv. Tanto el Focus RS MK1 como el MK2 eran tracción delantera.

El 2.5 Turbo de origen Volvo asociado al Focus RS MK2 consiguió que no solo fuera un vehículo rápido, si no con un sonido muy bonito y atractivo. Lástima de los elevados consumos del motor.

Ahora, Ford ha sacado a la palestra su última edición del Focus RS, el MK3. Sin duda es la versión más radical de todas y la más efectiva. No solo por ser la más moderna. Si no por disponer de la tracción total que permite exprimir al máximo la nueva mecánica que monta este nuevo Focus RS.

El motor 2.3 EcoBoost ya lo monta el Ford Mustang que probamos hace unos meses, pero poco tienen que ver un motor con el otro. Es obvio que Ford MotorSport ha metido mucha mano en las modificaciones necesarias en el motor.

En el caso del Ford Mustang, la potencia del 2.3 EcoBoost son 317cv, mueven con mucha soltura al Mustang. Y sus consumos son bajos para tratarse de un vehículo prestacional.

Si comparamos el 2.3 EcoBoost que monta el Mustang con el que monta el Focus RS son como la noche y el día. En el Focus RS, al margen de la mayor potencia, 350cv. La diferencia en la entrega de potencia se hace patente desde el primer momento que pisamos el pedal con decisión. Nos aprieta contra el asiento con rabia. Y el sonido que proviene del escape y el motor nos envuelve completamente. Aderezado de petardeos entre cambios de marchas y si hacemos uso del modo “Circuito” en el selector de modos, en retenciones o al soltar el pedal del gas habrá también unos petardeos de escape muy sonoros.

El actual Focus RS ha sabido exprimir al máximo la tecnología actual, desde un motor, que si bien no suena como el anterior 2.5 Turbo de 5 cilindros en línea. Cuenta con el 2.3 T EcoBoost, más moderno, anda mucho más, suena muy bien y gasta y contamina menos.

La inclusión de diferentes modos de uso: Normal, Sport, Track (Circuito) o Drift (Derrape) son sin duda toda una declaración de intenciones por parte de este nuevo Focus RS. Tanto el modo circuito como el de drift requieren estar en un sitio sin tráfico para poder hacer uso de ellos. En un circuito sería lo ideal. En ambos casos se desconectan las ayudas electrónicas al activarlos. Y hay que ser muy diestro con los mandos para poder exprimir al máximo las altas cualidades del Focus RS.

Otra novedad muy esperada en el Focus RS es y era la inclusión de la tracción total para poder aprovechar al máximo las prestaciones del conjunto. En el caso del Focus RS MK2 las perdidas de tracción eran evidentes, sobre todo en suelos húmedos o deteriorados.

En el actual Focus RS las pérdidas de adherencia o de tracción son inexistentes, incluso con los controles desactivados.

Permite una conducción muy rápida en tramos virados, donde mejor se desenvuelve. El conjunto de suspensión es muy enérgico, de los coches más duros de amortiguación que han pasado por nuestras manos. Tendrás que acostúmbrate a sentir con tu cuerpo todo lo que acontece debajo de las ruedas. Y eso con el modo normal de la suspensión. Si se activa el modo Sport, mediante un botón alojado en la palanca de intermitencias, la suspensión es aún más enérgica. Una delicia para tramos muy virados o circuito, pero de poco o ningún uso en el día a día. El estado general de las carreteras a der ser óptimo para poder usarlo sin ir pegando, literalmente, botes dentro del coche.

Gracias a la tracción total, el Focus RS cuenta con control de salida (Launch Control) como todos los compactos deportivos. En el caso del RS, al no existir cambio automático como en la mayoría de compactos prestacionales; Volkswagen Golf R, Audi RS3, Mercedes A 45 AMG. El Launch Control se hace con cambio manual. Es muy fácil, basta con activar el control de salida desde el menú en el ordenador de a bordo del cuadro de instrumentos. Y con el control de tracción desactivado pisar con energía el acelerador previamente engranada la primera, soltar el embrague de golpe y sentir el empujón del motor en nuestros huesos.

Con el Launch Control activado el motor dispone de la opción de OverBoost donde, por uno segundos entrega más par, pero solo con el sistema Launch Control activado. En el vídeo que hay asociado a esta prueba podréis ver cómo sale disparado con el Control de Salida activado. Y como sale sin él.