La prueba de esta semana viene de la mano del nuevo Renault Mégane con carrocería familiar Sport Tourer y acabado Bose.

El motor encargado de animar al Renault Mégane es el de acceso a la gama en diésel, se trata del archiconocido 1.5 dCi que en la unidad probada eroga una potencia máxima de 110cv. Habiendo por debajo la versión de acceso con 90cv extraídos del mismo propulsor.

El Renault Mégane, con independencia de su carrocería y acabado, es una nueva versión por completo. No se trata de un restyling o facelift. El nuevo modelo incluye muchas mejoras no solo visuales. Mejoras técnicas y tecnológicas.

Muchas de las novedades que el Mégane incorpora las hemos podido ver con antelación en el Renault Talisman que probamos hace unas semanas y que puedes leer su prueba aquí.

Entre las novedades, en el exterior, el Mégane hace uso de la tecnología para todas las luces del coche, desde las de alumbrado como las de posición, freno, antiniebla, etc… En el interior también son todas mediante ledes, las propias de lectura o iluminación del habitáculo como las de luz de confort en puertas, zonas de pies y etc.

Nuestra unidad montaba faros de ledes para las luces de cruce y de carretera, de serie el Mégane viene con faros halógenos de doble parábola. El extra de los faros de LED es muy interesante en cuanto a capacidad lumínica. Mayor anchura y profundidad iluminada que unos faros convencionales de tecnología de LED. Renault llama a sus faros Full Led por que tanto las de cruce como las de carretera son mediante esta tecnología. Este extra tiene un coste de 700€.

Nuestra unidad también contaba con el extra “Head-up display”, que en pocas palabras es una pantalla translucida donde se proyectan datos como la velocidad, señales de tráfico, el asistente de líneas o de distancia con el vehículo que llevamos delante. Datos útiles que podremos ver sin retirar la vista de la carretera. Dicho extra tiene un importe de 350€.

Otro extra que monta nuestra unidad es el “Pack Safety”, o en español paquete de seguridad. Dentro de dicho paquete podemos encontrar diferentes ayudad y asistentes;

  • Frenada de emergencia asistida
  • Alerta de distancia de seguridad
  • Regulador de velocidad adaptativo

Todo por el desembolso de 600€. Sin duda es un pack muy interesante, y su precio no es excesivamente caro para la ayuda que puede proporcionar en momentos clave.

Existen, como en todo coche, más extras que el Mégane puede incorporar como el techo eléctrico panorámico por 900€ o la ayuda al estacionamiento por 600€ que también cuenta con el detector de ángulos muertos. Hoy día imprescindible.

En el interior del Mégane no podemos evitar ver muchas similitudes con el hermano mayor Talisman. Ha heredado desde su cuadro de instrumentos, volante a la fabulosa pantalla central en vertical que aglutina todos los servicios multimedia, navegador e incluso el climatizador. Creo que ya comente en la prueba que dicha pantalla me recuerda a la de los Tesla, naturalmente la otra es de mayor tamaño y mejor definición. Pero es inevitable pensarlo.

El manejo de la pantalla es sencillo, esta es táctil y en los márgenes de la misma encontramos botones con los que poder interactuar. Hemos echado en falta el “Joystick” que el Talisman si tiene para el manejo de la pantalla y el Mégane no.

Cerca de el accionamiento del freno de mano está el pulsador (“Multi – Sense”) de modos existentes como; Confort, Sport, ECO, Individual o Neutral. Mediante este botón podemos ingresar ha dicho menú y seleccionar de los modos existentes el que más nos guste o interese para la situación. En el modo confort, por ejemplo, se activa automáticamente el masaje del asiento del conductor. También regulable en intensidad, velocidad y con tres tipos diferentes de masaje, relajante, lumbar y uno más intenso.