El esperado lavado de cara efectuado al Volkswagen Golf ya ha llegado, y en esta prueba os contamos que ha cambiado.

Hemos tenido en nuestro poder una unidad del nuevo Golf con acabado Sport y motor 2.0 TDI Bluemotion de 150cv. Asociado a una caja manual de 6 relaciones.

Los cambios estéticos que ha sufrido el Golf VII son notables a simple vista, desde nuevos grupos ópticos, tanto delanteros como traseros. Haciendo uso de la tecnología LED. O, dependiendo de la versión, con faros halógenos tradicionales.

También, nuevos paragolpes y diseño para las llantas.

En el interior las modificaciones se centran en el campo visual, es decir, una nueva pantalla multimedia táctil de mayor tamaño y que se ve francamente bien.

Y por supuesto el Virtual Cockpit que tanto se echaba en falta, teniéndolo ya su hermano el Audi A3. Cuadro de instrumentos digital mediante una pantalla TFT que proporciona mucha información de todo tipo al conductor. Desde los típicos datos de consumos, media, autonomía a poder usar el navegador desde el propio cuadro. Que es muy fácil e intuitivo. Una gozada, de verdad.

Depende de la versión y acabado los asientos pueden ser diferentes.

A nivel mecánico el Golf presenta cambios, como la sustitución del 1.4 TSI a favor del nuevo 1.5 TSI EVO de igual potencia, 150cv, pero que consume y contamina aún menos.

Dicho motor es más eficiente y, dependiendo de la versión puede llegar incluso a pararse en marcha sin perder la asistencia a los frenos o dirección.

Nuestra unidad lleva el ya popular y conocido bloque de 2 litros TDI que eroga una potencia máxima de 150cv. Dicho motor lo hemos probado en innumerables modelos, carrocerías, con cambio manual, automático. Con tracción total o sin ella. Es decir, conocemos francamente bien su funcionamiento.

Es un motor parco en consumos con buenas prestaciones, suficientes para cualquier uso, sin duda. Es algo ruidoso al ralentí, sobretodo en frio, donde se hace más patente. Por lo demás en un motor agradable de usar en el día a día, con un buen par 340Nm a 1750 revoluciones, subiendo con brío hasta pasadas las 4000.

El sonido del motor no enamora pero tampoco desagrada si hay que solicitarle potencia. Lamentablemente no puede optar al paquete de sonido que si monta la versión GTD, que le proporciona un sonido mucho más bronco y deportivo.

El nuevo Golf se comercializa con diferentes motorizaciones. En gasolina parte desde el 1.0 TSI de 110cv, pasando por el 1.4 TSI que ha sido relegado a potencias menores como 125cv. Sigue el nuevo 1.5 TSI EVO de 150cv, continua el 2.0 TSI del GTI con 235 y 245cv respectivamente, terminando con una potencia de 310cv en el Golf R.

En diésel el acceso a la gama es por parte del 1.6 TDI con 115cv, pasando por el 2.0 TDI de 150cv como el aquí probado y terminando con una potencia de 184cv para la versión GTD.

Existe también una variante híbrida conocida como GTE dotada del 1.4 TSI en conjunto con un motor eléctrico que suman una potencia aprovechable de 204cv con un bajísimo consumo homologado de tan solo 1,4 litros a los 100km recorridos.

Y por supuesto la versión totalmente eléctrica del e-Golf, ahora renovada con mayor potencia, 136cv y mayor autonomía, 300km, que reales serán unos 250km aproximadamente, ya que depende de la conducción y uso que se le dé.