Esta semana probamos el nuevo Volkswagen Tiguan, hemos escogido el motor que pensamos es el más equilibrado. El 2.0 TDI de 150cv que en conjunto con la tracción total 4Motion permite al Tiguan adentrarse por camino de mayor complejidad.

Del anterior Tiguan, a lo largo de los años que estuvo en el mercado, hasta hace muy poco tiempo. Hemos podido probar varias unidades con diferentes acabados, motores, con o sin tracción total, con o sin cambio automático; en resumen, varias versiones diferentes que nos permitieron conocer muy bien al Tiguan.

Ahora la nueva versión del Tiguan no solo dispone de mejores acabados, es más grande o goza de unas mecánicas más rápidas, menos dañinas con el medio ambiente y de menores consumos. Lo primero que entra por los ojos son sus formas menos angulosas que el anterior Tiguan que era más redondeado. Este nuevo tiene los ángulos y nervios más marcados. Que le otorga una presencia más poderosa, mayor empaque, más rudo, en definitiva, más todocamino.

Es a grandes rasgos un pequeño Volkswagen Touareg, mejor presencia, mejores calidades, sobre todo acústicas. Apenas se deja oír y notar el 2.0 TDI en el interior y no es un motor especialmente poco sonoro. En frío hasta que adquiere su temperatura de uso se muestra más ruidoso y tosco.

Nuestra unidad con acabado Advance venía bien surtida de extras interesantes como los faros de Ledes, tanto delanteros como traseros, ayudas a la conducción, aviso de ángulos muertos, techo eléctrico y un largo etcétera.

Externamente las similitudes con el anterior Tiguan son inexistentes, tan solo el nombre del modelo. El salto a mejor visualmente que ha dado el Tiguan ha hecho que sea un coche que cada día que pasa se vea más en nuestras carreteras.

Si bien el anterior y primer Tiguan era y es un excelente coche, debemos tener presente que empezó a venderse cuando aún el Golf iba por la versión V. Y de eso hace ya unos cuantos años, teniendo en cuenta que este empieza la andadura del nuevo Golf VIII.

Nosotros tuvimos la oportunidad de al poco tiempo de salir el modelo probar una unidad con muchos extras que, por aquel entonces nos maravilló. En pocos coches del 2008 aún se hacía uso de extras como la cámara de visión trasera o los simples faros de xenón. El Tiguan en aquel momento como extra podía montarlo.

Han pasado casi 10 años ya desde que probé dicho coche pero aun así tengo ciertos recuerdos de él, su buena estabilidad, la calidad de rodadura que presentaba y el buen funcionamiento del 2.0 TDI de 140cv que era de los primeros en ser Common Rail.

Con los años el Tiguan fue renovándose, saliendo versiones más camperas con mejores ángulos de ataque, ventral y salida. Motores más potentes y el uso del DSG.

Por pistas forestales dependiendo del acabado que montara la unidad a probar su funcionamiento era mejor o peor, sobre todo por el perfil y tipo de neumáticos. Si se trataba de una versión Sport o la R-Line que probamos en su momento, por pistas de tierra de cierta complejidad mejor ni pensar en entrar. La dureza de la suspensión y el alto riesgo de poder pellizcar o pinchar un neumático era alto.

En cambio las versiones más camperas como la Country sucedía todo lo contrario, adaptadas a cualquier tipo de terreno con unos mejores ángulos y neumáticos mixtos ideales para tal fin.

El nuevo Tiguan aun lleva muy poco camino andado pero apunta maneras, nuestra unidad con el acabado Advance nos ha permitido adentrarnos por caminos complicados y con piedra suelta sin el más mínimo problema. Haciendo uso del modo Offroad que ya viene pre-configurado se conecta el asistente en descensos y el control de estabilidad se desactiva para no entorpecer si hay pérdidas de tracción que con la tracción 4Motion suelen ser inexistentes.

El interior del Tiguan también es completamente diferente al de su antecesor que derivaba del ya extinto Golf Plus. El del actual Tiguan muy sobrio y de buena calidad dispone de unas líneas muy limpias. Todo lo importante se encuentra rápido y de un solo vistazo. No hay exceso de botonería.

En la zona central, al lado de la palanca de cambios nos encontraremos el selector de modos de carretera y también los modos offroad.

Hemos probado todos los modos disponibles y el que más hemos usado ha sido el ECO, que curiosamente es el que debería restar potencia al motor en beneficio de unos mejores consumos. Los consumos sin duda muy ajustados, en ocasiones por debajo de los 6 litros a los 100km y la potencia con el modo ECO si se ve un poco mermada pero suficiente para un uso plural y si se necesita sacar a relucir los 150cv con tan sólo pisar con decisión el pedal del acelerador se quitaran las limitaciones del modo ECO.