Esta semana os traemos una prueba muy especial, se trata de la versión más deportiva y prestacional del Mercedes-Benz CLA.

Hablamos por supuesto de la versión AMG dotada del extraordinario motor de dos litros de cubicaje turbo alimentado capaz de producir una potencia máxima de 381cv.

Un motor único en el mercado no solo por su desempeño, si no por su relación potencia litro, entregando 190cv litro, muy cercano a los 200cv litro. Algo casi impensable para un motor tan “pequeño” y de uso para calle.

Este mismo motor, como es obvio, lo monta también el Clase A 45 AMG, a fin de cuentas son el mismo vehículo con la salvedad de que uno es un compacto hatchback y, el objeto de esta prueba es un sedán Coupé.

Externamente el CLA AMG no pasa desapercibido para nadie, sus paragolpes específicos con grandes entradas para refrigerar motor, intercooler y frenos lo hacen muy diferente al resto de la gama.

Por su puesto, unas llantas de generoso tamaño que abrazan unos frenos muy capaces con discos perforados y ventilados, mordidos por unas pinzas igual de competentes de 4 pistones.

El pack performance aerodinámico de AMG otorga aun mayor presencia al conjunto con “lips” o labios en las partes clave del CLA AMG, dándole no solo un aspecto visual más agresivo, si no también, a nivel dinámico, una mejor sustentación.

Por la parte trasera nos encontramos un pequeño alerón tipo labio en la parte final del portón del maletero en negro piano, muy sutil pero suficiente a nivel aerodinámico, provocando a altas velocidades mayor carga de peso en el eje trasero.

En la parte baja nos topamos con un difusor y, a los lados las salidas de escape de AMG Performance, opcionales pero casi imprescindibles en un coche como este.

Permiten una vez se activa el sistema un sonido mucho más bronco y denso, sobre todo por la posibilidad de aderezar una aceleración con los característicos petardeos entre marcha y marcha, una delicia para los oídos.

Como buen AMG su motor esta hecho a mano, es decir, su montaje no está realizado por maquinas como cualquier otro acabado dentro del modelo CLA. En este caso una persona es la encargada del montaje completo de dicho motor y puesta en marcha quedando perpetuado encima del motor una vez alojado en el vano motor su nombre en una placa.

Es sin duda un toque de distinción.

Interiormente el AMG 45 CLA es igual de vistoso que en su exterior, nada más abrir la puerta y en el caso de la unidad probada nos reciben unos espectaculares asientos tipo baquet con partes en rojo como los cinturones de seguridad o los pespuntes del cosido de la piel del volante. Detalles que nos hacen saber sin lugar a dudas de que estamos ante una versión para nada convencional.

Dichos asientos, al contrario de lo que cabría esperar de unos baquet, son muy cómodos para poder viajar largas distancias. Por supuesto cuentan con múltiples reglajes, memorias y son calefactables.

El interior del CLA, en general, puede parecernos algo anticuado si lo comparamos con el de los compactos actuales, sobre todo la parte de la botonera alojada en el pilar central del salpicadero. Demasiado botón que puede llegar a crear confusión al usuario.

La pantalla multimedia destinada a mostrarnos toda la información no solo relacionada con la parte multimedia puede dar la sensación de ser un “pegote” puesto a última hora, pero por lo menos a nosotros nos ha parecido que encaja bien con la estética interior del modelo y no supone una pega.

Otras partes como el cuadro de instrumentos también muestran un leve acuse del paso del tiempo, echando en falta una pantalla del ordenador de a bordo de mayor tamaño. No obstante nos muestra toda la información necesaria, inclusive en el modo AMG datos importantes como la temperatura no solo del líquido refrigerante o del aceite, también la de la caja de cambios.

Pocos modelos hoy día proporcionan tanta información, y es que en un modelo de estas características, pensado para disfrutar y al pisarle de vez en cuando es capital poder disponer de esta información en todo momento.

Nos parece curioso como pocos modelos del corte de este AMG no disponen de un triste termómetro de temperatura de aceite o presión del mismo. Tan solo llevan, como mínimo, el marcador de la temperatura del refrigerante. Algo que debería ser obligatorio en un motor de combustión.

La unidad probada venía con una alta dotación de extras que, aumentan considerablemente su precio de venta, si de serie su precio ronda los 64.300€, la unidad probada con extras como son los asientos tipo baquet, techo solar, escape performance, paquete AMG Performance entre otros sube hasta los 90.000€, una cifra que queramos o no es elevada. Si bien, tanto en calidades como comportamiento bien lo vale este AMG que es el acceso a la gama de las versiones más radicales de Mercedes-Benz.

Otra de las bazas a favor del CLA 45 AMG es su parco consumo, con casi 400cv disponibles bajo el capó cabe esperar medias superiores a los 10 litros como poco. En un uso, eso sí, fuera de ciclo urbano, es fácil verlo lindar entre los 8,6 y los 9 litros.

Naturalmente en una conducción más decidida si es muy fácil ver sobre pasar los 14-15 litros sin problemas. Aun así, exprimiendo al máximo sus altas cualidades no destaca por ser derrochador de combustible.

El 2.0 Turbo está muy optimizado en este sentido.