Esta semana nos ponemos a los mandos del nuevo Volkswagen Golf GTE, bueno, del lavado de cara que ha sufrido el Golf en general.

Ciertas modificaciones que lo han modernizado. Un aspecto visual más joven con nuevos paragolpes, llantas y grupos ópticos.

En el caso del GTE, unas grandes luces diurnas dentro del mismo paragolpes delantero. Su antecesor también disponía de este tipo de luces diurnas tan llamativas.

A nivel dinámico el actual GTE no modifica su conjunto de motor térmico y eléctrico. La potencia en conjunto siguen siendo unos más que interesantes y efectivos 204cv.

Con una autonomía alta si sobre todos se hace mayor uso por ciudad, donde la autonomía eléctrica, de un máximo de 50km, siendo reales unos 40, es muy útil para gastar cero de gasolina.

El GTE es de los pocos híbridos “prestacionales” que existen hoy día. Sus más de 200cv en conjunto son muy aprovechables y dan mucho de sí, incluso en conducción decidida. Donde sí apretamos el botón “GTE” alojado a lado de la palanca de cambios DSG consigue sacar el máximo jugo al conjunto con una aceleración desde parado fuerte, que incluso, con pavimento húmedo o mojado pone en apuros al eje delantero y los neumáticos para digerir el par y la potencia.

El encargado de conseguir que nos peguemos al asiento acelerando con decisión desde parado es el motor eléctrico, que como ya es sabido entrega toda su potencia y par desde el primer instante. No requiere subir de vueltas para encontrarse cómodo en su zona de par o de máxima potencia.

Otra de las grandes bazas de este Golf GTE es que es enchufable y, además, en un enchufe tradicional tipo “Shucko” se recarga en pocas horas, como máximo 4h. La autonomía en e-mode es suficiente para, en ciudad, poder movernos unos 30 o 40km sin hacer uso del motor de combustión interna. Fuera de la ciudad la autonomía en eléctrico merma considerablemente al tener que hacer uso de mayor potencia y, sobre todo, al subir alguna pendiente pronunciada. Incluso el uso de la calefacción afecta a la autonomía de las baterías.

El GTE es, como su nombre indica, un hibrido enchufable, es decir, requiere, si hacemos uso de su motor eléctrico de carga diaria. La cual se hace mediante el propio cable que permite conectarse a una red estándar de 230v y 16 amperios o, si podemos, la instalación de un Wallbox, que permite una carga muy superior y rápida, cargando la batería en poco más de dos horas. Con las baterías bien cargadas los consumos del GTE son, como hemos mencionado muy bajos, sobre todo por el alto uso que se hace las baterías en casi todo momento. Pudiendo circular de manera totalmente eléctrica con el “e-mode” hasta los 130km/h.

Ahora bien, si la batería está muy descargada o agotada y no hay posibilidad de cargar el vehículo de manera tradicional se puede hacer uso del sistema de carga del propio vehículo. Este modo es muy poco eficiente para cargar la batería, subiendo los consumos muy notoriamente.

Dicho modo no hace mermar especialmente las prestaciones del Golf GTE que, por otra parte, ya va sobrado.

Las baterías del Golf GTE reflejan que pueden disponer de una autonomía cercana a los 50km en modo completamente eléctricos. Si bien es difícil por las condiciones de la carretera o la demanda momentánea de potencia, pero hemos conseguido realizar 39 km de modo completamente eléctrico. Eso sí, en ciclo urbano.

Kilómetros con 0 emisiones y 0 consumo de carburante.

El cambio asociado al Golf GTE es un DSG de 6 velocidades adaptado, ya que no es igual que el común DSG en baño de aceite, si bien usan los mismos principios el de la versión GTE está preparado para acoplarse indistintamente con el motor térmico o el eléctrico. La suavidad habitual del DSG no se hace muy patente en el GTE donde si prestamos algo de atención se pueden notar los cambios de marchas con, en ocasiones, un leve tironcito.

El motor térmico usado en el Golf GTE es el 1.4 TSI con una potencia resultante de 150cv. De por sí este motor es ya muy parco en consumos con unas más que buenas prestaciones. Que en conjunto con los 102cv de potencia máxima del motor eléctrico dan un cómputo general de los 204cv homologados.

El GTE convive con su hermano el “e-Golf” que es totalmente eléctrico enchufable.

Sin mecánica tradicional térmica. Condicionado totalmente a ser enchufado para poder hacer uso de él. En esto el GTE, si nos quedamos sin batería el motor 1.4 TSI es capaz de mover el vehículo como si de un Golf normal se tratará. Además, si vivimos relativamente cerca del trabajo el GTE nos permitirá con su autonomía en modo eléctrico ir y venir sin gasto de combustible.

En el Golf GTE Volkswagen desde esta nueva versión, hace uso de la pantalla virtual donde podemos ver mucha más información que el anterior GTE. Ideal para tener todo bien controlado.

En los diferentes modos que permite el cuadro digital podemos visualizar el uso del motor eléctrico, cuando se cargan o no las baterías y que motor se está usando. También podemos seguir viendo las revoluciones del motor térmico.

En el anterior GTE no se disponía de un marcador de la temperatura de refrigerante del motor de gasolina. Ahora sí que está presente.

Desde la pantalla multimedia alojada en el salpicadero también podemos gobernar todos los usos del sistema hibrido.

Como curiosidad y sabiendo que el GTE hace mucho uso del propulsor eléctrico, Volkswagen ha reforzado varias piezas internas del 1.4 TSI para que, en arrancadas continuadas con el motor frio, este no acuse un desgaste excesivo por no funcionar en su temperatura de servicio habitualmente.