El vehículo debe limpiarse de manera regular y con precaución para no dañar la pintura. Es evidente que los coches deben lavarse con una cierta periodicidad. Lo que no está tan claro es si un lavado muy regular puede llegar a afectar a la pintura de coche, si interesa limpiarlo al sol o a la sombra, qué tipo de productos se deben utilizar y qué sistema es el más conveniente: el uso de cubos de agua para ablandar ciertas manchas, la utilización de rodillos, tipos de secado… El barro o los mosquitos suelen ser los residuos más frecuentes que se acumulan en la carrocería, pero también el polvo y la resina de los árboles. Ante este tipo de suciedad, no es conveniente utilizar en la limpieza una esponja ni aplicar un champú específico en seco, ya que al frotar esos restos pueden aparecer arañazos. Los expertos aconsejan, además, no abusar de los rodillos de las máquinas de lavado porque pueden arrancar las partes que no estén bien fijadas.