Cualquier vehículo contiene una cantidad de materia y por tanto, su conjunto es una masa. Como quiera que el comportamiento de ese vehículo va a estar íntimamente ligado a las propiedades de la materia que contiene, veamos cuales son esas algunas de esa propiedades relacionadas con el tema.

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La materia posee una propiedad fundamental que se conoce con el nombre de inercia. Todos hemos oído alguna vez en casa… ¡los juguetes no se recogen solos! Efectivamente, si un objeto está en el suelo y nada lo mueve de ahí, permanecerá eternamente inmóvil. Para que el juguete se mueva, algo externo a él debería propiciar su movimiento, vencer su inercia, tenemos que aplicarle una fuerza.

Esa fuerza, en el caso de los juguetes, puede ser un puntapié que los haga desaparecer debajo de la cama para salir del paso. Ya hemos aplicado una fuerza a los juguetes y vencido su inercia, imprimiéndole movimiento. Siguiendo lo que nos dice Galileo Galilei sobre la inercia, «un cuerpo en movimiento, no sometido a fuerza alguna que lo impida, continuaría su avance rectilíneo y uniforme indefinidamente». Ésto quiere decir que, para detener el juguete, se necesita una fuerza que lo haga.

Si la superficie sobre la que se desliza es lisa, por ejemplo, madera encerada, la distancia que recorre será siempre más larga que si sobre el suelo hay una alfombra espesa. Lo que nos dice Galileo es que el movimiento del juguete se ve interrumpido antes o después por una fuerza que se le opone y que es conocida como rozamiento.