La verdad es que ya hacía mucho, quizás demasiado que no probábamos un Volvo. En todo este tiempo la marca ha ido renovando todos sus modelos. Siendo estos actualizados tanto mecánicamente como tecnológicamente.
Hemos querido empezar por el qué, pensamos es el que más se vende actualmente. El Volvo V40. Naturalmente con mecánica diésel.
Nuestras unidad testada para esta prueba montaba el nuevo motor gasolina de dos litros turbo y una potencia resultante de 122cv. Es el motor denominado T2 y que da acceso a la gama en gasolina.
El 2.0 Turbo de Volvo es el único motor en gasolina con una potencia desde los 122cv mencionados del nuevo T2 a los 245cv del T5. Más del doble. Falta un escalón intermedio de unos 150/180cv. Que perfectamente podría denominarse T3 o T4.
En diésel esta mejor escalonado el rango de potencias que también parten todas ellas de la misma mecánica. Un 2.0 D2 con 120cv, pasando por 150cv del D3 y terminando en los 190cv del D4.
Es una lástima que la gama de motorizaciones gasolina este tan coja. Para muchos los 122cv del T2 pueden ser pocos, aunque no lo sean. Y los 245cv del T5 demasiados.
Volvo siempre se ha caracterizado por ser pionera en cuanto a seguridad y todos sus vehículos gozan de esta buena fama en el sector y fuera de él. Se entiende que si tienes un Volvo en caso de accidente siempre iras más seguro.
Si bien, en parte, es cierto. Han investigado mucho en este aspecto y siguen haciéndolo para otorgarle a sus coches la última tecnología de vanguardia en cuanto a seguridad.
