El Partido Popular en el Congreso de los Diputados ha presentado una Proposición no de Ley en la que aboga por que los motociclistas lleven instalados en la parte trasera de los cascos una segunda luz de frenado adicional y sincronizada con la luz obligatoria de la moto o el ciclomotor.
El objetivo, tal y como explica el PP en la Proposición no de Ley, es ‘mejorar la percepción’ de los motociclistas ‘por el resto de vehículos y evitar los accidentes por alcance’. De los 2.598 personas que murieron en accidentes de tráfico en 2008, tanto en carretera como en zona urbana, 732 (el 28,1 por ciento) eran conductores o pasajeros de vehículos de dos ruedas, según datos de la DGT citados por el PP.
Por ello, los ‘populares’ abogan por ‘poner en marcha un proceso de homologación de nuevos dispositivos de alumbrado y señalización óptica que permita adecuar la normativa vigente a las posibilidades del desarrollo tecnológico actual y mejorar así las garantías de seguridad’, ya que. a su juicio, los avances logrados en materia de seguridad vial en los últimos años ‘no se han extendido con las misma eficacia’ al caso de los motos.
Poner una luz en la parte trasera de los cascos es una de las medidas propuestas por el PP para reducir el número de colisiones entre turismos y moticicletas, que representan el 52 por ciento del total de accidentes de tráfico sufridos por motoristas en España. En más de la mitad de los casos, en concreto en el 53 por ciento de los casos, el choque es atribuible a un fallo del conductor del turismo.
Los ‘populares’, que reconocen que ‘se han producido mejoras sensibles en los equipamientos de seguridad’ de las motos en los últimos años, como la incorporación del ABS o distintos intentos para incorporar el airbag a los moteros, señalan que es ‘en la seguridad preventiva donde se ha avanzado relativamente menos’, pese a que ‘la mayoría de los estudios destacan el alto porcentaje de accidentes provocados por alcances y colisiones fronto-laterales’ en condiciones de visibilidad reducida.
Así, el PP argumenta que el porcentaje de moteros muertos en 2008 es ‘sensiblemente superior’ a los registrados en el año 2004 (un 20 por ciento más), en 2000 (19,4 por ciento más), en 1990 (21,8 por ciento) o en 1975 (18 por ciento más), lo que, en su opinión, ‘pone de manifiesto el fracaso relativo en las labores de prevención y seguridad vial para este tipo de vehículos’. Concretamente, señala que las muertes de motociclistas en zona urbana alcanzaron el 58,1 por ciento del total en 2008, diez puntos por encima de 1990.