Hasta ahora la gama de los Volvo S y V60 estaba formada por tres motores diésel, interesantes pero con un enorme salto entre los dos más pequeños. Para solucionarlo, la firma sueca pondrá a la venta en las próximas una variante intermedia que podría convertirse en la más demandada.
Con 136 CV, queda situado entre el pequeño 1.6d de 115 CV y el interesante 2.0d de 163 CV. En realidad deriva directamente del 2.4d, con modificaciones en la cilindrada y el turbo para reducir el rendimiento (el par máxima se queda en 350 Nm en lugar de los 400 Nm del 163 CV). Lo que no sabemos es cómo será denominado, pues en el mercado español el D2 es el 115 CV y el D3 el de 163 CV, quedando este como un hipotético D2,5.