¿Acaso el dinero de las multas no era para dedicarlo a la seguridad vial?
CARTA ABIERTA A LA DIRECTORA GENERAL DE TRÁFICO
Estimada directora general:
En primer lugar, quiero manifestarte que comprendo tu estado de ánimo después del desmentido del Ministro del Interior, aunque reconozco que en esta ocasión- “RARA AVIS” DENTRO DEL GOBIERNO-, su actitud está llena de sentido común.
Creo que tu idea, sin duda, no tenía otro propósito que no fuese el de mejorar el conocimiento de los conductores de ciertas edades y, con ello, la seguridad vial. Pero ponerla en práctica sería como reconocer que las enseñanzas en las autoescuelas dejan muy limitados los conocimientos de los conductores, en general.
Las autoescuelas ejercen su trabajo y sus métodos de enseñanza, limitándose, precisamente, a lo que les obliga la DGT que tú diriges y, en ningún caso, pueden rebasar esos límites porque le va en ello su supervivencia. A pesar de todo, muchas de ellas, me consta que están haciendo un considerable esfuerzo por mejorar la calidad de sus profesores y de sus alumnos.
LA RETIRADA DEL CARNÉ, LA RECUPERACIÓN DE PUNTOS, Y LOS MÉTODOS DE RECICLAJE
Cualquier profesional: médicos, arquitectos, jueces, notarios, policías, conductores de tren, de vehículos a motor, funcionarios… que el Estado considera aptos para ejercer su trabajo, después de aprobar un examen, en ocasiones muy exigente, les concede un título, un permiso, para desarrollarlo. Para privarles de ese permiso, si cometen una falta grave contra el interés público, es también el Estado el que los sanciona, pero siempre tras un proceso legal en el que el sancionado tiene todo el derecho a defenderse.
En el caso de la retirada de carné y las multas de Tráfico no ocurre esto, se sanciona muchas veces sin tener en cuenta el posible error de una máquina o el aleatorio criterio de un agente, y gracias a una ley injusta auspiciada y defendida por Pere Navarro, se priva al infractor del derecho al recurso de alzada, y en caso de reclamación, es el sancionador el que se constituye en juez y parte para establecer el fallo.
He solicitado el concurso de un letrado especialista en este tipo de conflictos, que me corrige:
La modificación de la ley que entró en vigor en mayo del 2010, sustituye “alzada” por “reposición”, en una clara perversión legal de convertir una cierta denuncia entregada en casa o en mano por el agente denunciante, en un acto resolutorio capaz de ser ejecutado.
Sobre el método que se emplea para la recuperación del carné para los que por acumulación de puntos lo pierden, dudo mucho de su eficacia.
Por el contrario, el alcohólico y el drogadicto seguirán drogándose y emborrachándose; y el salvaje, el incívico, seguirá cometiendo las mismas tropelías. Eso sí, el sistema está resultando útil para que un grupo de aprovechados estén generando sabrosos beneficios, cuando debería ser la DGT la que impartiese los cursos (personalmente, creo que una buena multa y la retirada del carné por un largo periodo de tiempo y si son reincidentes y conducen sin carné cárcel, sería mucho más eficaz que unas horas escuchando sermones que olvidan al instante, a cambio de una buena cantidad de euros).
Estimada María Seguí:
En esta carta abierta que espero recibas, no existe por mí parte deseo alguno de enseñarte nada. Yo soy solo un periodista, no soy titular de ninguna cátedra, pero quizás me avala para escribírtela, la experiencia acumulada y el haber dedicado cincuenta años de mi vida a formar conductores y a divulgar la seguridad vial entre los españoles.
Muy sinceramente
Paco Costas