Hace ya unos años probamos la versión RS con motor diésel del actual Octavia, el 2.0 TDI de 184cv en conjunto con el cambio DSG de 6 velocidades. Aunque ya han pasado unos años de dicha prueba que puedes recordar aquí, si teniendo presente lo que me dejo huella del Octavia RS con el 2.0 TDI de 184cv. Se puede resumir en pocas palabras; rápido, divertido en tramos virados y con unos bajos consumos. Un coche que permite hacer uso diario de él sin tener que dejar de lado su parte deportiva.

Ahora es el turno de su hermano mayor con el 2.0 TSI, nuestra unidad montaba la variante más potente de 230cv y cambio DSG, casi imprescindible para un coche como este, solo por oír los petardeos que emiten los escapes entre cambios de marcha merece la pena el desembolso extra.

La unidad probada es Combi, mayor espacio de carga con un maletero muy generoso en dimensiones y capacidad de uso, con un suelo completamente plano, al igual que la boca de entrada, que permite introducir objetos voluminosos sin apenas esfuerzo.

Externamente la familia más deportiva de los Skoda, los RS siempre se han diferenciado claramente de los otros modelos de la gama, su imagen más deportiva pero a la vez sin perder clase y seriedad los hacen únicos. En el caso de la unidad probada así es. Es un perfecto vehículo para viajar con la familia, pero teniendo siempre a nuestro favor su carácter racing, su carácter RS. Y lo tenemos fácil, desde el selector de modos, mediante un botón alojado al lado de la palanca de cambios podemos cambiar entre diferentes modos de uso, y con seleccionar el modo Sport despertamos a la bestia. Mayor sonido de motor y escape, la suspensión se endurece al igual que la dirección. La caja DSG se pone también en modo Sport, apurando más las marchas.

Pero si queremos ir tranquilos con seleccionar el modo normal, dispondremos de toda la potencia del motor pero de forma más relajada. Y si queremos hacer buenos consumos el modo ECO es ideal para ello, sin perder apenas prestaciones podremos conseguir unos bajos consumos con mayor autonomía.

El interior del Octavia RS es también diferente al de otros acabados de la gama. Asientos deportivos que sujetan de maravilla el cuerpo. Serigrafiados con las letras “RS”.

El volante, freno de mano y palanca de cambios forrados en piel presentan un buen tacto.

El puesto de conducción consigue que en pocos minutos adoptemos la postura correcta ante el volante gracias a los múltiples reglajes que dispone el asiento y el ajuste en altura y profundidad del volante. El salpicadero es sobrio y denota buena calidad tanto al tacto como visualmente.

Visibilidad
El Skoda Octavia RS se comercializa con faros bi-xenon de serie, nuestra unidad, evidentemente contaba con ellos. Los faros de xenón dejan patente su clara superioridad frente a los tradicionales faros dotados de bombillas halógenas. Teniendo una mayor cantidad lumínica, mayor anchura iluminada y una duración más alta de uso en cuanto a las bombillas convencionales.

Decir que los faros del Octavia son de lo mejor en su gama, a pesar de no ser de tecnología LED iluminan muy bien.

La visibilidad del Octavia es a la fuerza correcta, no tenemos impedimentos que nos resten visibilidad, solo y como ya es costumbre, los reposacabezas traseros, no obstante si los regulamos correctamente no tendremos mayor problema.

La visibilidad fronto/lateral sigue siendo estupenda, no difiere del Octavia anterior.