Esta semana probamos la versión más familiar y a la vez deportiva del Audi A3. Hablamos de la versión Sportback. Ya conocida en la anterior edición del Audi A3. Y que tan buenos resultados ha dado. Este nuevo A3 Sportback dispone de una imagen más seria y, dependiendo del acabado seleccionado y paquetes extra más deportiva. La unidad probada venia alicatada hasta el techo de todo tipo de opcionales. Externamente los paquetes S-Line le otorgan una imagen muy cercana a la del nuevo Audi S3.
Dentro del A3 los asientos deportivos también son de ayuda tanto visualmente como a la hora de conducir. Forrados en piel y alcántara con regulación eléctrica, sujetan correctamente el cuerpo en zonas reviradas.
El interior del Sportback es idéntico al del A3 “normal”. No hay diferencias entre ellos.
Las diferencias residen en un mayor espacio de carga en el maletero. Disponiendo de 380 litros de capacidad de carga. No es gran cosa para tratarse de un vehículo familiar.
Al margen de aspecto visual, muy logrado en la unidad probada. La mecánica de la misma es la intermedia en la gama diésel. El archiconocido 2.0 TDI, que en esta ocasión produce una potencia de 150cv. Que en conjunto con la caja de cambios de doble embrague S-Tronic podemos sacarle todo su jugo. Y es que los 150 cv de este propulsor diésel dan mucho de sí. Es un vehículo que por su naturaleza es fácil de conducir y noble en reacciones. Aun poniéndolo al límite, su bastidor es capaz de hacer el trabajo fácil para el conductor. Sin duda la suspensión deportiva, que rebaja la altura del vehículo y dota de mayor dureza a la amortiguación. Mitigando todo lo posible los movimientos de la carrocería en momentos de máxima exigencia. Este mismo motor lo hemos probado en otros modelos dentro del grupo VAG, desde un Seat León a, por ejemplo, la versión Sedán del Audi A3. O en un Audi A4. Es un motor que con 150cv es muy equilibrado, buenas prestaciones y bajos consumos. En el Audi A3 Sportback va como anillo al dedo.
Hace unos meses probamos la versión Sportback del A3 más potente en diésel. El 2.0 TDI de 184cv. Un motor muy prestacional con un empuje desde bajas vueltas soberbio. Las diferencias con el de 150cv son evidentes pero tampoco se hacen muy patentes. A no ser que exijamos la máxima aceleración del propulsor de manera continuada.