Infiniti Q50 2.2d 170cv Automatico (6)

Esta semana os traemos la prueba de la berlina de la marca premium Infiniti.

El año pasado ya nos pusimos unos días al volante del Infiniti Q50. En esta ocasión hemos podido, otra vez, disfrutar de esta magnífica berlina poco conocida por el gran público.

El Infiniti Q50 es una berlina de buen tamaño, roza los casi 4,8 metros de longitud. Su espacio interior es francamente bueno, sobre todo las plazas traseras.

Cuenta con un maletero que dispone de una capacidad de 500 litros. Muy accesible para objetos voluminosos.

El Infiniti Q50 viene muy cargado de novedades tecnológicas, desde una dirección completamente eléctrica, que nos permite variar no sólo la dureza de la misma, sino también el radio de giro del volante. Con diferentes modos de uso para cada estilo de conducción. Y uno personalizado que nos permite ajustarla a nuestro gusto. El tacto de una dirección completamente eléctrica requiere de una adaptación por parte del conductor. El tacto es muy asistido y en un principio parece no transmitir nada de lo que pasa debajo de los neumáticos. Pero es sólo un pensamiento que se tiene al principio. Aunque la dirección es completamente eléctrica por ley cuenta con un sistema paralelo convencional. Por si se estropeara la dirección eléctrica no quedarnos sin dirección en ningún momento. Las vibraciones tanto del motor como del suelo no se filtran al volante.

Como novedad el Q50 dispone de dos pantallas táctiles en su salpicadero. Una de ella nos muestra el navegador, radio y diversos datos. La otra, la inferior, nos permite un mayor tipo de interactuación con ella. Donde podemos hacer uso de múltiples sistemas de configuración del vehículo.

Actualmente el Q50 sólo se comercializa con dos mecánicas disponibles. La gasolina es en este caso híbrida, que ya pudimos probar en el Infiniti M35h, el vehículo con mayor aceleración de entre los híbridos actuales. El otro, es el motor 2.2 diésel de origen mercedes, que eroga una potencia de 170cv.

Se trata de una mecánica de 4 cilindros en línea. El primero en ser montado en un Infiniti. Este motor peca de una alta rumorosidad al ralentí y en aceleraciones fuertes. Demasiado sonoro para un vehículo como el Infiniti Q50. Pero eso sí, cuenta con un estupendo empuje desde muy bajas vueltas. Con unos consumos muy muy bajos.