Esta semana nos ponemos a los mandos del nuevo Volkswagen Scirocco en su versión más “R”adical. Se trata de la versión R, que no solo ha recibido modificaciones externas e internas. Si no, que su motor pasa ahora a disponer de una potencia de 280cv. La misma que el Seat León Cupra en su versión más potente. Aunque ahora empieza a comercializarse en su nueva versión de 290cv.
El Scirocco de Volkswagen ya es un viejo conocido dentro del sector del motor. Y no hablamos de la versión añeja de hace varias décadas. Si no de la resurrección del nombre por parte del Volkswagen en el año 2008, haciendo uso en su momento de muchas partes del Volkswagen Golf V. Desde su bastidor, que aun utiliza, a, por ejemplo el propio salpicadero.
El Scirocco ha sabido ir actualizándose con los años, nos solo su imagen, que ya de por si sigue siendo rompedora a pesar del paso de los año. Si no que ha ido aceptando de buen grado las nuevas tecnologías. Como la inclusión de luces diurnas a partir del pasado año 2011 por normativa, leyes anticontaminación para la gama de motores. Estos han sido actualizados también en cuanto a potencia con el paso de los años. Modificándose la gama por completo.
La versión R del Scirocco es fácilmente reconocible externamente, sus paragolpes y llantas específicas lo delatan. Y, sobre todo si está en marcha, el bramido que deja escapar por las salidas de escape de generosas dimensiones alojadas una a cada lado del difusor de aire del paragolpes trasero. Es un vehículo que, en su momento ya se vendió poco y, ahora con esta nueva versión sucede igual. Y es que se trata de un vehículo poco práctico para un uso familiar pos su habitabilidad interior escasa. Cuenta con cuatro plazas y el acceso a las traseras es cuanto menos complicado. Y más aún si se montan los asientos opcionales backet, que recogen el cuerpo de forma increíble, pero no abaten lo suficiente para otorgar un buen acceso a las plazas traseras.
El maletero, de boca alta y muy profundo no permite una alta carga de objetos grandes.
El Scirocco, al igual que su hermano el Golf R que puedes leer su prueba aquí, dispone de un motor de 4 cilindros en línea de 2 litros turbo alimentado. Dicho motor es de inyección directa e indirecta, según la circunstancia, para mejorar la combustión y el ahorro de carburante. En el caso del Golf R dicho bloque produce una potencia de 300cv. Y en el caso de objeto de esta prueba, el Scirocco R 280cv. El motor es el mismo, solo la diferencia mediante electrónica de los 20cv que los diferencian.
Otras de las diferencias fundamentales entre ambos es en beneficio del Golf R, la tracción total para poder sacar provecho de estas cifras de potencia se hace imprescindible. Sobre todo en arrancadas desde parado y en asfaltos húmedos, sucios o mojados. Donde al Scirocco R le cuesta mantener el tipo. Con pérdidas de tracción por la alta potencia que tiene que digerir el eje delantero. Y el control de tracción lo único que hace es frenar las ruedas que pierden adherencia. Haciendo que la “lanzada” sea más lenta.
A lo largo de los días que dispusimos del Scirocco R en nuestro poder nos dimos cuenta lo sibarita que es con el tipo de asfalto por donde transitemos, es decir, asfaltos rotos, en mal estado y mojados o húmedos no permiten sacarle todo el jugo a la potencia del Scirocco R. En cambio en asfaltos de primera orden, en buen estado y literalmente totalmente secos si permiten experimentar en nuestras carnes el empuje de los rabiosos 280cv descocados. Exactamente lo mismo le pasaba al Seat León Cupra, la ausencia de la tracción total en este tipo de coches solo les beneficia en el menor peso en bascula y que, una vez lanzado por el menor peso serán más rápidos. Pero, siempre serán más lentos en salidas fuertes donde se demande la máxima aceleración del propulsor.