Después de hablar de fuerzas en equilibrio, no debemos proseguir sin detenernos en conocer en que consiste éste, sobre todo cuando estamos tratando de saber cómo funciona un vehículo de dos ruedas.
Equilibrio y centro de gravedad son dos conceptos estrechamente relacionados, no se puede tratar una cosa sin hablar de la otra. Sabemos que podemos inclinarnos hacia delante sin caernos, pero existe un punto en el cual, si nos inclinamos más, perdemos el equilibrio y nos caemos al suelo.
Veamos otro ejemplo: Si tomamos un libro y lo ponemos sobre una mesa, de pié, bastará un ligero empujón para tirarlo. Sin embargo, si lo situamos plano sobre la mesa, podemos levantarlo de un lado bastante y siempre caerá a su posición original sin que podamos voltearlo ni siquiera adoptando la posición vertical completa.
¿Por qué es más estable una posición que otra?
Si proyectamos un haz de luz con una lámpara sobre un libro colocado verticalmente, observamos enseguida que el libro no arroja ninguna sobra sobre ella, ya que ésta se encuentra bajo la base del libro. En esta posición, el centro de gravedad coincide con el centro geométrico del libro. Si desde ese punto aplicamos simbólicamente la fuerza, el «peso», hasta llegar a la cara inferior del libro, la flecha del peso, cae dentro de la sombra. Estamos en situación de equilibrio.
El mismo libro, bajo el haz de luz y apoyado en un canto sobre la mesa, nos muestra cómo la flecha del peso se ha apartado del eje longitudinal del libro, situándose en el límite de la sombra. En esta posición también se da el equilibrio, aunque muy inestable y bastaría que se posara una mosca para hacerlo caer de un lado o del otro. Si cae del lado de la sombra, seguirá manteniendo la posición vertical, en caso contrario, quedará en su lado más plano sobre la mesa.
Esta última posición es la de máxima estabilidad. El área de la sombra es la mejor posible y en cualquier posición que levantemos el libro, siempre volverá al estado inicial de equilibrio. La «flecha» del peso nunca se saldrá de la sombra. Estas figuras que vemos, ponen de manifiesto que, el equilibrio o la estabilidad , desde el punto de vista de la gravedad, está asociado a dos factores: la superficie de la sombra o superficie de seguridad y a la altura del centro de gravedad. Cuanto más bajo está situado el centro de gravedad, más «consistente» es el equilibrio.