El vehículo eléctrico ya no es un desconocido para el gran público y poco a poco y gracias a marcas como TESLA cada día es más usado tanto dentro como fuera de nuestro país.

Muchas marcas premium y generalistas están empezando a modificar sus modelos de coche a favor de una movilidad más verde. Con vehículos eléctricos puros.

Además, también los precios de adquisición van siendo más ajustados y para todos los públicos.

En la actualidad uno de los “problemas” del vehículo eléctrico es su coste de adquisición que comparado con un vehículo de gasolina o diésel puede llegar a costar, dependiendo del modelo, más de 6.000 – 10.000 euros*.

También echa para atrás al consumidor la “baja” autonomía de los vehículos eléctricos actuales, siendo de, dependiendo del modelo, de poco más de 300 – 400km*.

Pero estos problemas con el paso del tiempo van siendo subsanados. Si echamos la vista atrás tan solo 5 años veremos como la autonomía de vehículos generalistas como el Volkswagen eGolf era muy inferior a la del actual eGolf. Del mismo modo sucede con vehículos como el Renault Zoe o el Nissan Leaf.

Otro de los grandes “hándicaps” del vehículo eléctrico es su consumo. El consumo de coche eléctrico no es comparable al de un vehículo de motor térmico, su consumo es diferente y más sensible dependiendo del clima donde vivamos.

Además no es gratis mover un vehículo eléctrico aunque sí mucho más económico que hacer kilómetros con un vehículo de motor de combustión como son los diésel o gasolina, donde, por ejemplo, hacer 500km, con un consumo de 6 litros a los 100km realizados puede costar al precio actual del gasoil en Madrid (1,331 e/l*) casi 40 euros.

En el caso de un vehículo eléctrico cubrir la misma distancia tendrá un coste, dependiendo del modelo eso sí, y de la climatología, de unos 10€ o menos con una tarifa de 0,15 el kW/h*. Que si hacemos uso de tarifa súper reducida el precio sería la mitad.

Sin duda en cuanto a realizar kilómetros a bajo coste el vehículo eléctrico en la actualidad es imbatible y así seguirá siendo durante un tiempo.

El vehículo eléctrico es más caro a la hora de adquirirlo, aunque actualmente existen ciertas campañas y ayudas que permiten que su precio sea más bajo.

Siempre se ha pensado que esa diferencia de coste de adquisición, pongamos 6.000€* más, da para mucho combustible en un coche de motor tradicional, y si, así es, pero no solo el vehículo eléctrico ahorra a la hora de realizar kilómetros, también lo hace en las revisiones y desgaste de piezas que no tienen mantenimiento.

La revisión de un motor de combustión interna es obligatoria cada 20.000 – 30.000km donde se deben cambiar fluidos como el aceite y los filtros para una buena salud del mismo. Estas revisiones por lo general dependiendo del modelo y marca pueden costar más de 200€*.

Un vehículo eléctrico no necesita cambios de aceite, su motor eléctrico no lleva, tampoco cambio de filtro de combustible o aceite. Por lo que ya es un ahorro también en revisiones periódicas.

Y, por supuesto, las emisiones nocivas que los vehículos de combustión interna aun con mayores avances y mayores restricciones siguen emitiendo a la atmósfera.

Si bien es cierto que gracias a los filtros de partículas son más limpios que hace una década, pero nunca serán tan limpios como lo son los eléctricos actuales, con 0 emisiones en todo momento.

* datos como ejemplo.