Como bien pregunta el titular de este artículo, ¿es posible aumentar la potencia de serie de nuestro motor?

Pues efectivamente si se puede. Y actualmente es algo bien sencillo de hacer y que, además, trae consigo ciertos beneficios que iremos contando a lo largo del artículo.

Por lo general los motores suelen estar preparados de serie para soportar una mayor potencia con la que salen de fábrica.

Es en pruebas extremas donde de verdad se llega a saber cuánto llegan a toleran aguantar los motores sin fallos. Los motores de serie vienen muy capados en este sentido. Para llegar a ser muy fiables y poder soportar grandes cifras de kilómetros.

Hoy día es tremendamente fácil aumentar la potencia que el motor de nuestro coche produce, sobre todo si este es turbo alimentado, donde aun con mayor facilidad puedes ganar varias decenas de caballos extras y mayor par motor.

Este tipo de reprogramaciones o chips los puedes encontrar en Rey Chip, donde además podrás entender cuáles son los beneficios de dicha modificación, como en ocasiones llegar a bajar el consumo del vehículo.

Sobre todo esto sucede en vehículos muy pesados con un par motor justo desde bajo régimen. Gracias a aumentar la potencia y la fuerza del motor, este va más sobrado para mover el peso del vehículo, gastando menos combustible en la tarea.

Por lo que el beneficio no solo reside en un coche más prestacional por el aumento de potencia, que también es seguridad aunque no lo parezca, ya que en una adelantamiento la potencia es clave, a mayor potencia en nuestro coche menos tiempo se tarda en completar el adelantamiento o la incorporación en una vía rápida.

Con menor potencia el riesgo es más elevado al permanecer mayor tiempo del que desearíamos en el carril contrario si se trata de una vía nacional.

Los motores actuales son montados en muchos modelos y versiones de la misma marca y, por lo general, suele ser el mismo motor, misma cilindrada y con pocos cambios, tan solo potencias diferentes según modelos.

El límite ya no es como antiguamente que era físico y venia marcado por la cilindrada del motor, ya que existía un motor para cada potencia.

El sistema de control actual de la potencia es completamente electrónico, es decir, una centralita es la encargada de, según los parámetros de serie permitir que el motor produzca una potencia mayor o menor. Por ello a la hora de modificar dicha centralita mediante un chip o reprogramación se elimina ese límite y se gana potencia siendo el mismo motor el del modelo medio que el del más alto.

Por nuestras carreteras circulan a diario vehículos reprogramados o chipeados desde hace años con un funcionamiento óptimo, el aumento de potencia no viene ligado a que el motor sufra un problema mecánico, si se utiliza como se debe nada hay que temer.

Como ejemplo muchas marcas en sus vehículos más prestacionales venden ciertos paquetes que además de modificar estéticamente al coche con elementos visuales también modifican partes mecánicas como frenos o suspensión, además, por supuesto de un aumento de la potencia de motor, y esta potencia se logra modificando los parámetros originales de serie.

Es decir, la propia marca reprograma dicha centralita. Es algo muy común hoy día. Y si tu vehículo está falto de potencia y monta el mismo motor que el modelo superior, no lo dudes, habla con los expertos en reprogramaciones o chips y vuelve a disfrutar de tu coche nuevo.