Nuestro vehículo, como toda máquina, sufre unos desgastes cuando se está usando. En especial ciertas piezas que solemos considerar que son de “desgaste” como podrían ser los frenos; discos y pastillas. El embrague también es considerado una pieza de desgaste, cuanto más uso se le da, antes tendremos que sustituirlo.

Pero, como bien reza el titular de este artículo, ¿cuáles son las piezas que más suelen fallar en los coches? Primero depende de qué tipo de coche sea y su tipo de combustible. No fallan las mismas piezas en un diésel que en un gasolina.

Una mecánica diésel, por lo general, produce mayor carbonilla que su homónima en gasolina, por lo que los sistemas de recirculación de gases como la EGR, o el propio filtro anti partículas, si se hace mucha ciudad, terminan por obstruirse derivando en averías de alto coste para nuestro bolsillo.

Los vehículos gasolina en este aspecto son más limpios y no generan tanto hollín en la combustión, por lo que todo el sistema de recirculación o filtrado de gases es más duradero.

Dentro del propio mantenimiento del vehículo podemos encontrar piezas de recambio coche como son los filtros de aire, aceite, combustible y del sistema de climatización.

Los recambios para un coche son muy extensos dependiendo del modelo, pueden ir desde un simple limpiaparabrisas a partes del motor como bujías, calentadores, correas y un largo etcétera.

Pero volvamos a las piezas que más suelen fallar en los coches, si generalizamos nos encontraremos con piezas de desgaste que en todos los coches tarde o temprano deberían cambiarse, antes hemos hecho mención del embrague u los frenos. También otras piezas que sufren desgaste son partes mecánicas como rotulas o la tan olvidada suspensión de los coches, que muchos usuarios piensas que son eternas y que deben durar toda la vida útil del vehículo.

La suspensión como todo, sufre un uso y desgaste que va mermando sus capacidades con el paso de los kilómetros, cada vez tendrán menos capacidad de absorber y mantener las oscilaciones de la carrocería.

Y por último, cada modelo de X marca tiene sus males endémicos, como por ejemplo, problemas en la lubricación del turbo en los primero motores 1.6 HDI del grupo PSA, problema ya subsanado en las siguientes generaciones de dicho motor.

Con esto queremos decir que no todos los vehículos rompen las mismas piezas, si sucede si son de la misma marca y usan el mismo motor, pero no en diferentes marcas y modelos.

Cerrando este breve artículo, muchas de las piezas que se pueden averiar en tu vehículo no serán fáciles de cambiar, por eso siempre recomendamos asistir a un taller donde los profesionales harán el trabajo por nosotros, certificando que esa pieza ha sido sustituida correctamente.

Recuerda, no es lo mismo realizar un cambio de aceite y el filtro correspondiente, que tiene baja complejidad dependiendo del modelo, a cambiar, pongamos como ejemplo, una EGR, que en muchos modelos modernos se encuentra en la parte trasera del motor obligando a desmontar otros periféricos antes de llegar a la pieza dañada.

En definitiva, no existe una lista exacta donde poder saber que piezas se van a averiar en nuestro coche con el paso del tiempo y uso, dado que cada propietario conduce de una manera diferente y el trato o uso es clave para le degradación de las piezas.

Puede que dos unidades iguales del mismo modelo no rompan la misma pieza si una solo hace ciudad y la otra autovía.

Nuestro vehículo, como toda máquina, sufre unos desgastes cuando se está usando. En especial ciertas piezas que solemos considerar que son de “desgaste” como podrían ser los frenos; discos y pastillas. El embrague también es considerado una pieza de desgaste, cuanto más uso se le da, antes tendremos que sustituirlo.

Pero, como bien reza el titular de este artículo, ¿cuáles son las piezas que más suelen fallar en los coches? Primero depende de qué tipo de coche sea y su tipo de combustible. No fallan las mismas piezas en un diésel que en un gasolina.

Una mecánica diésel, por lo general, produce mayor carbonilla que su homónima en gasolina, por lo que los sistemas de recirculación de gases como la EGR, o el propio filtro anti partículas, si se hace mucha ciudad, terminan por obstruirse derivando en averías de alto coste para nuestro bolsillo.

Los vehículos gasolina en este aspecto son más limpios y no generan tanto hollín en la combustión, por lo que todo el sistema de recirculación o filtrado de gases es más duradero.

Dentro del propio mantenimiento del vehículo podemos encontrar piezas de recambio coche como son los filtros de aire, aceite, combustible y del sistema de climatización.

Los recambios para un coche son muy extensos dependiendo del modelo, pueden ir desde un simple limpiaparabrisas a partes del motor como bujías, calentadores, correas y un largo etcétera.

Pero volvamos a las piezas que más suelen fallar en los coches, si generalizamos nos encontraremos con piezas de desgaste que en todos los coches tarde o temprano deberían cambiarse, antes hemos hecho mención del embrague u los frenos. También otras piezas que sufren desgaste son partes mecánicas como rotulas o la tan olvidada suspensión de los coches, que muchos usuarios piensas que son eternas y que deben durar toda la vida útil del vehículo.

La suspensión como todo, sufre un uso y desgaste que va mermando sus capacidades con el paso de los kilómetros, cada vez tendrán menos capacidad de absorber y mantener las oscilaciones de la carrocería.

Y por último, cada modelo de X marca tiene sus males endémicos, como por ejemplo, problemas en la lubricación del turbo en los primero motores 1.6 HDI del grupo PSA, problema ya subsanado en las siguientes generaciones de dicho motor.

Con esto queremos decir que no todos los vehículos rompen las mismas piezas, si sucede si son de la misma marca y usan el mismo motor, pero no en diferentes marcas y modelos.

Cerrando este breve artículo, muchas de las piezas que se pueden averiar en tu vehículo no serán fáciles de cambiar, por eso siempre recomendamos asistir a un taller donde los profesionales harán el trabajo por nosotros, certificando que esa pieza ha sido sustituida correctamente.

Recuerda, no es lo mismo realizar un cambio de aceite y el filtro correspondiente, que tiene baja complejidad dependiendo del modelo, a cambiar, pongamos como ejemplo, una EGR, que en muchos modelos modernos se encuentra en la parte trasera del motor obligando a desmontar otros periféricos antes de llegar a la pieza dañada.

En definitiva, no existe una lista exacta donde poder saber que piezas se van a averiar en nuestro coche con el paso del tiempo y uso, dado que cada propietario conduce de una manera diferente y el trato o uso es clave para le degradación de las piezas.

Puede que dos unidades iguales del mismo modelo no rompan la misma pieza si una solo hace ciudad y la otra autovía.